MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
En una entrevista en Fráncfort con la agencia Bloomberg, el banquero belga sostiene que los mercados están adoptando una visión "optimista" al descartar la posibilidad de nuevas subidas y esperando la primera reducción de la tasa de depósito del BCE desde su nivel actual del 4% incluso tan pronto como el próximo mes de abril.
"¿Es un problema si todo el mundo cree que vamos a recortar? (...) Entonces tenemos una política monetaria menos restrictiva. Y no estoy seguro de que entonces sea lo suficientemente restrictivo", ha cuestionado Wunch, para quien tal circunstancia "aumenta el riesgo de que haya que corregir en la otra dirección".
"Creo que los mercados hoy son relativamente optimistas y excluyen la posibilidad de que tengamos que hacer más o de que tengamos que permanecer en el 4% por más tiempo", ha añadido el 'halcón' belga del Consejo de Gobierno del BCE.
Las últimas previsiones económicas del BCE prevén una caída de la tasa de inflación en línea con la meta del 2% para la segunda mitad de 2025, aunque la institución espera que los precios repunten debido a la volatilidad de la energía y que la eliminación de las ayudas gubernamentales para hacer frente al mayor coste de la vida también ralentice los progresos.
"Si llegamos a la conclusión de que la inflación no está bajando lo suficientemente rápido, lo comunicaremos a través de nuestra proyección y nuestra comunicación", según Wunsch. "Si los mercados no infieren de esto que seguirán altos por más tiempo, entonces tendremos que usar nuestros instrumentos de tasas y subirlas para llegar a donde queremos llegar", ha advertido.
En cualquier caso, gracias a las "recientes sorpresas marginales positivas sobre la inflación", el banquero central belga no prevé ningún cambio en los tipos en las dos próximas reuniones de política monetaria.
Las apuestas del mercado sobre posibles recortes en los costes de endeudamiento han aumentado tras los datos recientes que mostraron una drástica desaceleración de la inflación y que la región sigue luchando por ganar impulso, a pesar de las preocupaciones de los responsables monetarios en relación con los aumentos salariales y por el hecho de que el conflicto en Oriente Próximos pueda hacer que los precios de la energía vuelvan a subir.