CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Midnight Generation es una agrupación mexicana surgida de los sintetizadores, la música funk y disco en el estado norteño de Chihuahua.
Su fundador Fernando Mares (guitarra, sintetizadores y vocalista) la creó en 2015. En ese entonces se presentaban en bares y restaurantes de la Ciudad de México. Poco a poco el tamaño de sus escenarios fue creciendo hasta llevarlos a festivales como Tecate Pa’l Norte y presentaciones internacionales como sus recientes conciertos en Colombia y Perú, además de colaboraciones como el remix de “Replacements” que hicieron para el dúo canadiense Chromeo, con quienes han compartido tarima.
“Afterlife” es su más reciente álbum, lanzado a principios de año. Es su tercera producción después de “Odyssey” y el EP “Funk Your Bones”, con una mayor diversidad en el sonido y canciones bastante aptas para la pista de baile en las que se reflejan sus influencias como Talking Heads, el Italo Disco, Nile Rodgers, funk, Prince, rock alternativo e incluso el rock progresivo.
“Yo creo que el hecho de que hayamos entrado nosotros, eso tuvo que ver”, dijo el baterista Samuel Márquez. “Fue natural el hecho de que salieran así las canciones”.
Además de Márquez, el proyecto creció con la incorporación del bajista Carlos Amaya y Luis Carlos Balderrama “Bica” quien toca teclados y sintetizadores, así como con más “juguetes”, es decir, más instrumentos, un estudio y una galería de sonido más grande. El primer álbum que lanzaron con esta alineación fue “Odyssey” de 2020.
“Siempre nos ha caracterizado que sea algo prendido para bailar, pero definitivamente el disco de pandemia, ‘Odyssey’, sí fue un disco un poquito más para sentir”, dijo Mares.
Mares y Márquez se conocieron cuando estudiaban bachillerato. En el caso de Balderrama, conoció a Mares gracias a que tocó en vivo en el cumpleaños del padre del vocalista y él quedó impresionado, tras esto lo convocó para hacerle una prueba para la banda.
Uno de los temas destacados de “Afterlife” es “Swallowed By The Ocean”, con un toque oscuro y percusiones que llevan a la imaginación.
“Es un poco una historia de amor donde te sientes perdido, ahogado en el océano, ahogado y perdido en tus propios pensamientos”, dijo Mares. “Me gusta mucho pensar en historias, yo me imaginaba literalmente como si hubieras estado en el mar y te caes, y el bote te dejó y te quedaste buscando por tu vida”.
En cambio, a “Suited Man” la definen como la canción punk del disco, en contra de dejarse llevar por estatus y apariencias.
“Tiene texturas bastante distintas a lo que hemos estado haciendo, la forma de cantar también es un poquito diferente”, señaló Mares. “Es una canción en contra de la masa conservadora que te dice que tienes que hacer las cosas de cierta forma, criticando a los hombres que se ponen un traje y se creen superiores”.
Como muchas bandas de países no angloparlantes que hacen música electrónica, ellos cantan en inglés, un idioma con el que se sienten cómodos de momento, aunque no descartan hacer producciones en castellano.
“Creo que es natural que nuestro género se escucha mejor en inglés… Siempre hacemos la música como nos suena mejor, en ese sentido no estamos nada cerrados”, apuntó Mares. “Lo hemos intentado en español y sí, tenemos canciones en español. Vamos sacar algo en español”.
Para sus presentaciones en vivo buscan un sonido similar al de sus álbumes.
“Para nosotros es muy importante, viajamos con todo nuestro equipo y suena lo más fiel y eso creo que es uno de los puntos por los cuales hay gente que tiene esa afinidad”, dijo Mares.
“Pero sí tiene mucha más energía nuestro show en vivo a la música que tú puedes escuchar en las plataformas”, agregó Márquez. “Tratamos de entregar todo en el escenario”.
Su gira Drop The Synthesizer los llevó este año a debutar en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México y están por llegar a Monterrey, Querétaro, San Luis Potosí, Toluca y Guadalajara, entre otras ciudades mexicanas. Para el próximo año quieren llegar a foros de Estados Unidos.
“Todo ha pasado muy rápido”, dijo Mares. “Estamos hablando como de casi multiplicar tres veces lo que hicimos hace un año, entonces muy emocionados, muy agradecidos por eso”.
Pese a este giro internacional que está tomando su carrera, ellos siguen viviendo en Chihuahua, un estado desértico del norte de donde también son originarios músicos como María Barracuda y Kevin Kaarl.
“Chihuahua es la estrella solitaria”, dijo Márquez.