MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
ONG inciden en la importancia de la concienciación o contar con el apoyo del entorno y las instituciones para luchar contra la violencia de género, en el marco de la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, al tiempo que ponen el foco en colectivos vulnerables como menores, migrantes, mayores o mujeres con discapacidad.
En el caso de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) reivindican la necesidad existente en la sociedad actual de una mayor sensibilización y concienciación sobre todo tipo de violencia de género ejercida contra las mujeres mayores, dado que actualmente se encuentra invisibilizada y confundida con otras formas de violencia y maltrato.
Así, la PMP ha denunciado que las mujeres mayores víctimas de violencia de género no suelen tener tanta presencia en las campañas de sensibilización o en los medios de comunicación, con lo cual, la respuesta del sistema social no está adaptada a su singularidad.
Según el estudio 'Mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género', realizado por la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género con datos de 2019, el 40% de las encuestadas manifestó llevar 40 años o más sufriendo violencia de género y el 27% llevaba padeciéndolo entre 30 y 20 años. En general, el informe revela que las mujeres mayores suelen ser víctimas de larga duración y, por lo tanto, asumen esa violencia y la normalizan.
Mientras, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) denuncia en este día la desatención de la violencia de género que sufren las mujeres migrantes y racializadas en el territorio español y reivindica medidas concretas para la prevención y atención que las incluyan.
A su juicio, la Ley de Garantía de la Libertad Sexual da un contexto de oportunidad para que el Estado asuma la responsabilidad de prevenir y atender todas las violencias de género interseccionales. Por ello, reclama que se garantice la formación especializada a las profesionales involucradas, que se garanticen recursos y servicios especializados y adaptados a las necesidades, que se realicen campañas informativas adaptadas al público objetivo, y que toda la red de instituciones y recursos trabaje de forma coordinada e informada.
Desde Adoratrices, detallan que trabajan en un Plan Educativo Individual en sus casas de acogida para romper el ciclo de la violencia de género cuyos ejes de intervención se centran en el abordaje integral e interdisciplinar, fomentando la recuperación integral, la autonomía y la inclusión social de las mujeres.
En este sentido, citan el proyecto 'Talita Cumi' de Ciudad Real, centrado en la atención a víctimas de violencia de género, siendo recurso de la Red de Casas de Acogida para Violencia de Género de la Comunidad de Castilla-La Mancha.
Otro colectivo vulnerable son las mujeres y niñas con discapacidad, que denuncian las restricciones legales que sufren como una forma específica y agravada de violencia de género, como recoge el manifiesto conjunto 'Yo decido' de Fundación CERMI Mujeres y del Comité de Mujeres del Foro Europeo de la Discapacidad, que se ha hecho público por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En el documento, las firmantes reclaman la puesta en marcha con urgencia de mecanismos de vigilancia por autoridades independientes con el fin de que las instituciones residenciales, de salud mental, colegios de educación especial, centros de día, talleres ocupacionales, centros especiales de empleo y otros, sean supervisados efectivamente para impedir que se produzcan casos de negligencia, malos tratos, abuso, acoso y violencia contra mujeres y niñas con discapacidad, incluida la pérdida de su capacidad jurídica.
En la infancia también pone el foco la asociación Mundo Cooperante, que ha presentado decálogo '10 datos que muestran cómo la violencia que sufren las mujeres empieza en las niñas', que incide en cuestiones como la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, los abusos sexuales, los embarazos precoces, la trata y explotación sexual, o los asesinatos.
Fundación Madrina también hace un llamamiento urgente para articular leyes que protejan eficazmente a todas las mujeres que sufren violencia, sin importar su edad ni el origen de dicha violencia. La entidad quiere hacer hincapié en la necesidad de brindar un auxilio especial a las mujeres y adolescentes embarazadas, o con menores a cargo, quienes son especialmente vulnerables a la violencia machista, familiar y de trata de seres humanos o bandas urbanas.
La entidad precisa que la violencia y el abuso que sufren las mujeres y niñas, especialmente cuando presentan menores a cargo, o están embarazadas, pueden tener diversos orígenes, como de pareja, parental, laboral, escolar, incluso administrativo y de mafias de trata y bandas urbanas, al tiempo que lamenta que muchas veces estas formas de violencia quedan invisibilizadas y no son denunciadas, lo que perpetúa la "espiral de violencia" que acaba en aislamiento o soledad, enfermedad y muerte de la víctima.
CAMPAÑAS
Para ayudar a combatir esta lacra, las ONG lanzan numerosas iniciativas como es el caso de Cruz Roja Juventud, que ha puesto en marcha 'Cicatrices con voz propia' para visibilizar los actos de violencia contra las mujeres, especialmente aquellos que no dejan marcas ni secuelas visibles, pero sí hieren en el ámbito emocional y provocan el deterioro de la salud emocional y la vida de las mujeres que lo sufren.
Para Cruz Roja Juventud y Cruz Roja Española, la violencia sigue siendo un problema social que está más presente que nunca en las palabras, los insultos, la manipulación o el control, que no sólo afecta a las mujeres que lo sufren a corto plazo, sino que tiene un efecto duradero en la forma en que se relacionan, en su autoconcepto y en su autoestima.
En lo que va de 2023, Cruz Roja señala que ha llegado a 29.295 mujeres. Además, a través de la formación y preparación de las mujeres, la organización trabaja para el empleo y autoempleo como una herramienta de autonomía y motor de su economía e interviene con más de 2.000 mujeres al año, consiguiendo la inserción laboral de 1 de cada 3 mujeres.
En el caso de Manos Unidas ha destinado, en los últimos cinco años, casi tres millones de euros a 36 proyectos que han beneficiado a más de 110.000 mujeres y niñas en América, Asia y África. Entre otros, destaca su colaboración desde 2017 con la organización civil Kalli Luz Marina cuya misión es construir una sociedad donde las mujeres indígenas sean respetadas en todos sus derechos, sin temor a la violencia, mientras fomentan una cultura de denuncia y respeto a la dignidad humana.
Precisamente, en Kalli Luz Marina existe una red de promotoras conformada en su mayoría por mujeres indígenas que, desde sus comunidades, brindan contención a otras mujeres que están viviendo situaciones de violencia. Una de ellas es Irma Zepahua quien, después del doloroso proceso judicial vivido con su hija Nancy, se hizo promotora voluntaria de la red y ahora apoya a otras mujeres que como ella han sufrido o sufren las diferentes formas de violencia machista. Además, participa en las campañas de incidencia y de exigencia a las autoridades por temas relacionados a los derechos de las mujeres.
Por último, la Confederación Salud Mental España cuenta con la campaña #NosotrasSíContamos, en la que denuncia las violencias que sufren las mujeres con problemas de salud mental en la asistencia sanitaria mientras que la Federación Española de la Mujer Rural, FEMUR, ha lanzado un contenido interactivo online con información sobre esta materia, entre otras acciones.