MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Por ejemplo, el académico Arturo Pérez-Reverte considera que la película puede "resultar interesante" a quien "sepa poco del personaje". Por el contrario, "a quien lo conozca, la asombrosa ausencia de rigor histórico, político y militar puede parecerle un disparate indigno del hombre que dirigió la obra maestra 'Los duelistas'", ha señalado en redes sociales el escritor, quien se incluye en el segundo grupo.
A Pérez-Reverte, quien recomienda una biografía y otra película sobre Napoleón distintas, un usuario de la red social 'X' le ha comentado que opina "lo mismo" de la película 'Oro' --película basada en un relato del autor--. "Estoy de acuerdo con usted. Entre la trama original y el resultado final de la película 'Oro' medió un largo trecho", ha respondido Pérez-Reverte.
Daniel Aquillué, Doctor en Historia y autor de libros como 'España con honra', califica de "delito" hacer una película "tan mala" como la de Ridley Scott. "Sin carisma, sin épica, sin trama, sin historia. Vergüenza ajena da el personaje. Y no me meto en los fallos históricos. Película plana y aburrida, sin sentido", ha apuntado.
Para Aquillué, el problema de esta cinta es "lo mal hiladas" que están las escenas, "saltando" de años con unos "personajes planos y diálogos insulsos". "Las batallas inventadas no tienen épica ni sirven para criticar los desastres de la guerra. No hay emoción ni posible empatía. Napoleón es presentado cual gañán. Los uniformes decentes no compensan", ha apuntado.
ERROR EN LAS CIFRAS DE MUERTOS
Por ejemplo, la doctora en Historia y escritora Nere Basabe, apunta a uno de los errores de la película en el final, cuando salen las cifras de muertos por las guerras napoleónicas. "Parece ser que acaba dando la cifra de 3 millones de muertos (y eso sí es Historia, Ridley). Los estudios más recientes hablan de 600.000", ha puntualizado.
Otra docente como es el caso de Rocío Martínez --profesora de Historia Moderna en la UAM-- ha recordado cómo los historiadores "perdonan todo si la película funciona", algo que a su entender no ocurre con la cinta de Scott. "'Gladiator' o 'Braveheart' están repletas de errores históricos y la mayoría de la gente que conozco (y yo misma) las disfrutamos mucho. Que luego remarquemos algunas cosas es otra conversación. 'Napoleón' es que es mala", ha señalado.
Fermín Miranda, profesor de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Madrid, ha puesto a 'Napoleón' "vista para sentencia". "Culpable el director, culpable el protagonista, y culpable yo por haberme gastado el dinero en semejante peñazo", ha lamentado.
ÁLEX DE LA IGLESIA RESPALDA LA PELÍCULA
En apenas dos días, la película de 'Napoleón' ya ha alcanzado el liderato en la taquilla española, con 2,9 millones de euros recaudados, según recoge la cuenta Taquilla España en la red social 'X'. La cinta no solo ha contado con el respaldo del público, sino que también ha tenido defensa por parte del cineasta Álex de la Iglesia, entre otros.
"A la hora de sentirse uno bien consigo mismo el cine se lleva la palma. Se habla con una desfachatez poniendo a parir películas y personas que la cosa da puta grima. De 'Napoleón' no me atrevo ni a criticar los botones de la casaca y la peña discutiendo hasta las batallas", ha lamentado en redes sociales.
También ha contado con un cierto respaldo por parte del divulgador y director del Grado en Humanidades del CEU, Fernando Bonete. "La historia que nos cuenta, apostando por la relación de amor entre Napoleón y Josefina como hilo conductor es una propuesta original (y arriesgada), no del todo bien concluida, pero estimable dentro de otras lecturas de la filmografía del personaje. Además, la ambientación y el vestuario son magníficos y las actuaciones de un altísimo nivel general", ha defendido.
No obstante, Bonete también se ha mostrado crítico con otros aspectos. "¿Por qué hacer una película sobre un personaje histórico si no quieres respetar mínimamente su historia? Scott es libre de hacer lo que quiera, y lo que ha hecho no tiene ningún sentido. Llámalo Paco, no Napoleón", ha concluido, tras lamentar que no se haya contado con un especialista en el periodo napoleónico.