BRUSELAS, 29 (EUROPA PRESS)
Así lo ha indicado la comisaria de Transportes, Adina Valean, para quien se debe pedir a la industria "empezar a trabajar en la estandarización" pero dejando a los expertos "sentarse y ver qué permitir", sin que Bruselas se inmiscuya en lo que ha descrito como elementos de "microgestión" de los vuelos ya que las condiciones pueden variar, por ejemplo, en función del tamaño de la aeronave.
En este contexto, la comisaria ha considerado que se debe dejar a la industria un "tiempo razonable" para examinar la cuestión y apuntado que los servicios comunitarios podrán "en un par de meses" reevaluar la situación. También ha apuntado la disposición de sus servicios para "ayudar" a la industria a establecer criterios unificados sobre el tamaño y tarifas de las maletas de mano.
En todo caso, la comisaria ha apostado por poner el foco en la información que las compañías ofrecen sobre el equipaje permitido en cabina y bajo qué condiciones, de modo que independientemente de las condiciones que imponga la aerolínea lo haga con total transparencia para que el pasajero sepa "desde muy al inicio" qué maleta puede llevar.
En 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que las compañías no deberían cobrar un suplemento por equipaje de mano, siempre que este cumpla "requisitos razonables en términos de peso y dimensiones, y cumpla con los requisitos de seguridad aplicables".
Y este otoño, el pleno del Parlamento Europeo se sumó a esta exigencia al reclamar en una resolución no vinculante normas uniformes y coherentes que unifiquen los precios que una aerolínea puede cobrar por las maletas de mano y fijen las dimensiones que estas deben tener, para evitar la creación de tarifas ocultas y las dificultades a la hora de comparar precios.
Sin embargo, la comisaria ha insistido en que la sentencia del Alto Tribunal europeo no ofreció "especificaciones" sobre el modo en que trasladar esa protección a las normas y que Bruselas no puede "microgestionar" una estandarización que depende de "muchos detalles" técnicos.
Aunque el Ejecutivo comunitario ha optado por dejar de lado la cuestión de las maletas de mano, sí ha presentado este miércoles la revisión de otras normas con las que espera reforzar la protección de los pasajeros de avión, tren y autobús en la Unión Europea, por ejemplo fijando un tope máximo del 25% del adelanto que una agencia o plataforma puede exigir al viajero cuando contrata un viaje combinado.
Bruselas plantea aún así excepciones a este tope, de modo que el organizador pueda pedir un adelanto mayor en caso de que él mismo deba cumplir pagos completos de billetes u otros elementos del viaje. Además, los organizadores no podrán solicitar el pago total antes de 28 días antes del inicio del viaje combinado.
También se exigirá información clara a los viajeros sobre si una combinación de servicios de viaje constituye un viaje combinado, quién es responsable en caso de problemas y cuáles son sus derechos como viajeros combinados.
Otra novedad es la creación de un espacio común europeo de datos sobre movilidad y medidas para mejorar los servicios de información sobre desplazamientos multimodales.