BOGOTÁ (AP) — La guerrilla Ejército de Liberación Nacional confirmó el jueves en un escueto mensaje en redes sociales que se encuentra en México, en donde había prevista una reunión con representantes del gobierno de Colombia para una nueva fase de las conversaciones de paz que atraviesan una crisis por el reciente secuestro de los padres del futbolista Luis Díaz.
A diferencia de otros ciclos de diálogo, en los que se ha convocado a un evento protocolario, la anunciada reunión ha estado rodeada de hermetismo y sin invitaciones a la prensa.
La delegación del grupo guerrillero colombiano confirmó la tarde del jueves en un breve mensaje de su cuenta en la red social X, antes Twitter, que ya se encuentra en la capital mexicana para iniciar el quinto ciclo de diálogos con los representantes del gobierno de Gustavo Petro, pero no ofreció detalles.
El diálogo de paz con el ELN se reanudó en noviembre de 2022 luego de estar suspendido por más de tres años y las partes se han reunido en Caracas, Ciudad de México y La Habana.
Los encuentros en México tendrán como foco “superar la crisis por la que atraviesa actualmente el proceso de diálogos”, indicó el 24 de noviembre la delegación del gobierno colombiano en un escueto comunicado que no estaba firmado por los voceros de la guerrilla.
El ELN secuestró el 28 de octubre a Luis Manuel Díaz Jiménez y Cilenis Marulanda, padres del jugador del seleccionado colombiano y el club Liverpool, cuando
Marulanda recuperó su libertad horas después, pero Díaz Jiménez estuvo 12 días en cautiverio en inmediaciones de la Serranía del Perijá, una zona boscosa fronteriza con Venezuela, hasta que fue liberado el 9 de noviembre.
Aunque el ELN calificó de “error” el secuestro del padre y lo liberó, desde entonces el gobierno ha exigido a la guerrilla cesar de secuestrar y liberar a los cautivos aún en su poder, lo que ha generado tensión entre las partes.
Otty Patiño, jefe de la delegación del gobierno, había exigido al ELN una reunión previa sólo de los voceros principales para tratar el tema de los secuestros antes de instalar formalmente la continuación del diálogo.
La víspera medios locales colombianos publicaron un par de cartas en las que el ELN dice que no cumplirá “este o cualquier ultimátum que se le quiera imponer de manera unilateral por la contraparte”.
El secuestro es uno de los crímenes más repudiados en Colombia y la insistencia del ELN en mantenerlo como parte de sus formas de financiamiento ilegal ha generado críticas en el país.
La senadora Paloma Valencia, del opositor Centro Democrático, cuestionó en el Congreso la viabilidad del proceso mientras sigan los secuestros.
“Las negociaciones no están sirviendo para los propósitos de defender la libertad de los colombianos, todo lo contrario, se ha vuelto un mecanismo para que cojan a los colombianos como mercancías para pedir después favores a los gobiernos”, afirmó Valencia.
El jueves la estatal Defensoría del Pueblo exhortó al ELN a dejar de reclutar forzadamente menores de edad para engrosar sus filas, abandonar el secuestro y levantar un paro armado —restricción a la movilidad bajo amenazas— en poblaciones del Chocó, al oeste del país.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, también cuestionó el jueves en declaraciones a la prensa el “compromiso real” del ELN para buscar la paz, cuando “resulta incomprensible” que anunciaran un paro armado al tiempo que las delegaciones se desplazaban a México.
El ELN fue fundado en 1964 bajo la influencia de la revolución cubana y desde entonces ha intentado negociar la paz con el Estado colombiano en cinco ocasiones sin éxito. La guerrilla tiene presencia en más de 200 municipios de todo el país, con una estructura de bloques que responden a un comando central.