MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El 80 por ciento de la población gazatí está ahora desplazada, según el recuento de la propia UNRWA, que ha perdido a 111 de sus trabajadores desde que Israel lanzó la operación como respuesta a los atentados perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre.
Los combates se reanudaron el pasado viernes, por lo que las organizaciones prevén que las cifras de damnificados sigan también subiendo en los próximos días. El jefe de la UNRWA en Gaza, Thomas White, ha advertido de que la reanudación el viernes de los combates ha implicado "otra ola de desplazamiento" y las carreteras que conectan con Rafá "están colapsadas con coches y carros tirados por burros llenos de gente con sus escasas pertenencias".
"Hasta en Rafá, hasta donde la gente se ha visto obligada a huir, se escuchan los sonidos de los ataques. La gente nos pide consejo sobre dónde encontrar seguridad. No tenemos nada que decirles", ha escrito en su cuenta de la red social X, la antigua Twitter.
La UNRWA ha registrado 117 incidentes en 85 de sus instalaciones desde el inicio del conflicto --30 de ellas han sufrido impactos "directos"-- y estima que 218 personas que se habían refugiado en estas zonas han perdido la vida.
Las instalaciones están saturadas, especialmente en la zona sur, hacia donde ha huido la mayor parte de la población pese a que las fuerzas israelíes han extendido también a esta parte la ofensiva terrestre. Casi un millón de los desplazados a los que acoge ahora la UNRWA se concentran en 99 centros del sur.
"Llevamos días sin comer y la poca comida que recibimos no basta y se la doy a mis hijos", cuenta una madre viuda y con tres hijos a su cargo desde uno de estos refugios. "También es muy difícil tener agua y mi hijo ha sufrido diarrea por beber agua sucia", lamenta, en un testimonio compartido por la propia organización.