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Protestas con corte de ruta mantienen aisladas a regiones de Bolivia

LA PAZ, Bolivia (AP) — La Paz y otras ciudades del occidente de Bolivia estaban aisladas el lunes por dos protestas que mantenían cortada la principal ruta, mientras las autoridades sostienen que detrás de las manifestaciones antigubernamentales estarían los partidarios del expresidente Evo Morales, quien mantiene una disputa con el actual mandatario Luis Arce.

El mayor sindicato de cocaleros liderado por Morales anunció que desde el lunes se sumará a la protesta que iniciaron transportistas y pobladores del Chapare, la principal zona cocalera del centro de Bolivia, para reclamar al gobierno mejoras en las carreteras, anunció la dirigente cocalera María Eugenia Ledezma.

“La carretera está en mal estado y por eso nos estamos sumando al corte porque esta ruta la usamos todos”, dijo Ledezma a medios de prensa desde un punto del bloqueo en la ruta entre Cochabamba y Santa Cruz, las dos principales ciudades luego de La Paz.

Por otras demandas relacionadas con la provisión de agua, un grupo de vecinos cortaron la ruta que une Cochabamba con La Paz en la región andina.

“Este bloqueo es político y sabemos que detrás está el compañero Evo Morales”, dijo el ministro de Obras Publicas, Edgar Montaño, desde un punto de la ruta bloqueada. Montaño explicó que acudió al lugar para negociar con los manifestantes.

Morales, jefe del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) mantiene una fuerte disputa con Arce por la candidatura oficialista para las elecciones presidenciales de 2025 que ha dividido a ese partido en dos facciones.

El exgobernante (2006-20019) acusó al gobierno de Arce de estar detrás de una resolución del Tribunal Supremo Electoral que anuló la convención partidaria que proclamó a Morales como su líder y candidato del MAS. Arce tiene el control de los sindicatos y movimientos sociales oficialistas.

La disputa entre Morales y Arce lleva tiempo pero es la primera vez que Morales es acusado de presuntamente incitar los bloqueos carreteros como los que en la década de 1990 lo catapultaron a la política hasta su elección como presidente en 2006.

A las disputas del oficialismo se suma la escasez de combustible que se agravó en los últimos días complicando más al transporte. Poco más del 80% del diésel y la gasolina que consume el país son importados y vendidos al mercado interno a precio subvencionado.

La subvención es un pesado lastre para las finanzas públicas y está complicando la gestión de Arce. “El precio que estamos pagando por la subvención a los carburantes es descomunal”, reconoció el mandatario la semana pasada.

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