MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
En términos políticos, Hamás es una fuerza de oposición a la OLP al entender que la organización -- de la que forma parte, por ejemplo, el partido Al Fatá que lidera la Autoridad Palestina, el Gobierno palestino reconocido por la comunidad internacional --, ha aceptado en varias ocasiones la existencia de Israel, una 'línea roja' para el movimiento islamista.
En este sentido y en entrevista a Bloomberg, Shtayé alude a un cambio tectónico en la realidad regional tras el estallido de la guerra el 7 de octubre entre Hamás e Isral. "Antes del día 7 Hamás era una cosa, y ahora es una cosa distinta", ha indicado el primer ministro, quien ha recomendado este acercamiento para salvar "la división que existe en el pueblo palestino".
"Si (Hamás) está preparado para un acuerdo y para aceptar a una plataforma política de la OLP, habrá espacio para que hablemos", ha manifestado antes de avisar a la comunidad internacional y a Israel en particular, que cualquier objetivo de eliminar a Hamás por la fuerza es prácticamente irrealizable. "Hamás está en Líbano, sus líderes están en Qatar, y Hamás está en Cisjordania", ha indicado.
Precisamente este mismo viernes, el miembro del Politburó de Hamás desplazado a Doha (Qatar), Hasam Badran, había indicado que "lamentablemente, la Autoridad Palestina no se ha puesto en contacto con Hamás desde el principio de la guerra", en línea con el distanciamiento histórico entre ambas organizaciones, en especial desde que Hamás se hiciera con el control total de Gaza en 2007 después de unas enormemente cuestionadas elecciones legislativas palestinas.
El primer ministro sí ha coincidido con los líderes de Hamás en que jamás permitirá la aplicación de un plan militar israelí para el futuro de Gaza (que contempla, por ejemplo, la creación de una zona de seguridad dentro del enclave) y ha apostado en su lugar por la creación de un mecanismo internacional cuya labor debería comenzar por la "reconstrucción inmediata de Gaza".
A partir de ahí, Shtayé ha pedido el comienzo de un ejercicio de "ingeniería inversa" o, en términos más vulgares, "comenzar la casa por el tejado" como sería "el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de la comunidad internacional" a partir de un equipo de trabajo del Consejo de Seguridad de la ONU que "trabaje primero en la cuestión de las fronteras, y después en la cuestión de los asentamientos (de Israel)".
