Tras las rejas en colonias penales o en el exilio en el extranjero, dirigentes de la oposición rusa prometen que seguirán su lucha contra el presidente Vladímir Putin, quien busca un mandato más en las elecciones de marzo.
Aunque creen que Putin será declarado ganador sin importar cómo voten los electores, dicen que esperan socavar el amplio apoyo público que disfruta, cambiar la opinión popular contra la devastadora guerra que desató en Ucrania y mostrar a quienes ya se oponen que no están solos.
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“Nadie más que nosotros intervendrá en esta batalla por los corazones y las mentes de nuestros conciudadanos. Así que tenemos que hacerlo y ganar”, dijo el encarcelado líder de la oposición rusa Alexei Navalny en una declaración en línea transmitida desde tras las rejas.
Putin anunció el viernes que volverá a postularse para presidente, para sumar otros seis años a sus dos docenas en el poder. Y podría volver a hacerlo en 2030.
La votación está prevista del 15 al 17 de marzo y su victoria está prácticamente asegurada. La gran mayoría de las figuras de la oposición están encarceladas o han huido del país, casi todos los medios de comunicación independientes han sido bloqueados, y cualquier crítica ha sido silenciada por una serie de leyes represivas sancionadas durante la última década.
“Esto es, básicamente, una garantía de que (el Kremlin) puede declarar cualquier resultado que quiera”, dijo Nikolay Petrov, investigador visitante del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, en una entrevista con The Associated Press.
Gennady Gudkov dijo a la AP que el objetivo general de la campaña es explicar a los rusos “cómo puede ser el futuro sin Putin”: sin guerra, sin represiones, con el gobierno centrado en cosas como la economía, la ciencia y la educación.
“Necesitamos dar esperanza a la gente, darles la oportunidad de expresarse. No hay otras posibilidades legales (para opinar) en Rusia en estos días, aparte de apoyar a un candidato antibélico”, explicó. “La tarea mínima es (lograr) que la gente comprenda que hay muchos de ellos, y que necesitan actuar, defender su posición”.
Un objetivo más ambicioso es registrar a un candidato de oposición para desafiar a Putin en la boleta, dijo Davydov. “Trabajaremos para lograr un resultado, una victoria, y veremos qué pasa”, agregó.
Petrov, el investigador, cree que el mayor temor del Kremlin respecto de las elecciones es que la imagen de Putin podría resultar dañada.
Las elecciones “deben realizarse tranquilamente, con calma y demostrar que la gente acepta a las autoridades tal como son. Y en este sentido, es muy importante para el Kremlin evitar contratiempos, escándalos que puedan poner en duda el resultado que será declarado”, dijo Petrov.