FRÁNCFORT, Alemania (AP) — Los clubes del fútbol alemán aprobaron el lunes un plan para vender un porcentaje de los ingresos audiovisuales a inversionistas foráneos, algo que ha sido rechazado vehemente por muchos aficionados.
La llamada “sociedad de mercadeo estratégico” consiste en la venta de una parte de los ingresos — medios alemanes han reportado que sería del 8% durante 20 años — a un fondo de inversión. Los hinchas alemanes se oponen firmemente a todo tipo de participación comercial foránea y llevan meses protestando con pancartas durante los partidos de la Bundesliga.
Marc Lenz, codirector ejecutivo de la liga, dijo que 24 de los 36 equipos en las dos principales divisiones del fútbol masculino respaldaron el plan, con 10 en contra y dos absteniéndose. Se alcanzó con lo justo la mayoría de dos tercios que se necesitaba. Pese al resultado, Lenz manifestó que “es un sólido base para que podamos proceder”.
Lenz indicó que la liga se abocará ahora a negociaciones a fondo con posibles socios y espera anunciar una decisión hacia fines de marzo.
Los dirigentes de la liga argumentaron que el plan le permitirá modernizar la comercialización de las competiciones, especialmente para las audiencias fuera de Alemania, y adaptarse a un mercado en el que las plataformas de streaming predominan cada vez más. Enfatizaron que los inversionistas no tendrá voz en cuestiones como la hora de inicio de los partidos y tampoco podrán llevar partidos de la liga alemana al extranjero. También se descartó que las emisiones televisivas tendrán un mayor acceso a los equipos.
“Somos un producto algo distinto a las ligas de Estados Unidos, que abren los vestuarios y permiten acceso a las charlas del entrenador, y así seguirá en la Bundesliga”, dijo el codirector ejecutivo Steffen Merkel. “Eso no es realista y tampoco no es nuestra intención. Pero ha quedado claro con nuestra propuesta que definitivamente necesitamos evolucionar en algunas facetas. Eso no significa que nos estamos abriendo completamente a la comercialización o únicamente al entretenimiento”.
El plan fue presentado como una versión más limitada al que fue rechazado en mayo, uno que ofrecía la venta del 12,5% de los derechos audiovisuales domésticos e internacionales durante 20 años. Recibió 20 de 36 votos, quedándose cortos de la mayoría de dos tercios.