La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha asegurado este martes que la última ley migratoria aprobada por el estado de Texas, que permite la detención y expulsión de personas migrantes que entren en el estado de forma irregular, es “extremista” y que no aportará más seguridad a las comunidades del estado.
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“Esta es una ley extrema que no hará que las comunidades de Texas sean más seguras. (...) Está muy en línea con lo que a muchos republicanos les gusta hacer o tienden a hacer, que es demonizar a los migrantes y también deshumanizarles”, ha declarado Jean-Pierre durante una rueda de prensa.
En ese sentido, ha recordado que esta no es la primera vez que el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, toma medidas que ponen en peligro a los migrantes.
“Hay un montón de ejemplos que he enumerado aquí antes, ya sea dejando a los migrantes a un lado de la carretera en pleno invierno, instalando alambre de púas cerca de la frontera haciendo más peligroso el trabajo de la Patrulla Fronteriza, y colocando boyas en el río”, ha añadido la portavoz.
El proyecto de ley, conocido como SB4, convierte la migración irregular en delito estatal, aunque hasta ahora era delito federal. En cuanto entre en vigor, cruzar a Texas estará castigado con hasta 180 días de cárcel y una multa de hasta 2.000 dólares. El reingreso sería un delito grave castigado de dos a 20 años de cárcel, dependiendo de los antecedentes del migrante, informa la cadena de televisión CBS.
Esta medida es un nuevo esfuerzo de Texas para desafiar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en materia migratoria, ya que anteriormente el gobernador republicano ha transportado en autobuses a decenas de miles de migrantes a ciudades gobernadas por los demócratas, como Chicago o Nueva York. También construyó una barrera conformada por boyas gigantes en el río Bravo, instalada para intentar evitar el cruce de migrantes.