Cuando se acerca la Navidad y fin de año es común que en la imaginación colectiva se piense en imágenes de castillos iluminados, celebraciones llenar de color, la presencia de reyes, reinas, princesas y príncipes que celebran en grande estas fechas.
Sin embargo, no todo es festivo en las familias reales, ya que la creencia de mantener la “pureza” de la sangre real los llevó a celebrar matrimonios entre parientes y así provocar afecciones físicas y mentales en la descendencia.
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En el caso de la monarquía española, a lo largo del siglo XX varios hombres que aspiraban a la corona no vivieron lo suficiente para acceder a ella debido a una enfermedad: la hemofilia. Aunque este padecimiento no está relacionado con las relaciones familiares, su llegada a varias monarquías sí fue por la “vía real”.
A Victoria del Reino Unido se la considera la abuela de las monarquías europeas, ya que de su matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia Coburgo tuvo una amplia descendencia que llegaron a varias naciones europeas, como fue el caso de su nieta Victoria Eugenia de Battenberg, que se casó con Alfonso XIII en 1906, fue rey de España desde su nacimiento el 17 de mayo de 1886, aunque asumió la Corona hasta que cumplió 16 años, hasta el 14 de abril de 1931, cuando se proclamó la Segunda República.
Victoria del Reino Unido era portadora de la mutación genética que provoca la hemofilia, que se caracteriza por problemas sanguíneos que impiden o complican la coagulación de la sangre, la cual también tenía su nieta.
Del matrimonio entre Victoria Eugenia de Battenberg y Alfonso XIII nacieron Alfonso Pío Cristino Eduardo, quien padeció la hemofilia y falleció en Miami, Florida el 6 de septiembre de 1938 a los 31 años debido a un choque, aunque no presentaba herida de gravedad, desarrolló una hemorragia interna que debido a su enfermedad no pudo ser controlada.
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Su segundo hijo fue Jaime Leopoldo Isabelino Enrique, quien su padre obligó a renunciar a su derechos al trono, ya que de niño quedó sordo debido a un operación. Su muerte ocurrió a los 66 años en 1975. Después nación Beatriz Isabel Federica Alfonsa Eugenia, quien vivió de 1909 a 2002, en 1910 Fernando nació muerto, en estos tres casos no se tiene evidencia que hayan padecido hemofilia.
En 1911 nació María Cristina Teresa Alejandra, el nacimiento de Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso ocurrió en 1913, es el abuelo el rey actual de España Felipe VI, en 1914 nació el último de sus hijos, Gonzalo Manuel María Bernardo solo vivió 20 años, pues debido a la hemofilia una herida interna, provocada por un choque, terminó con su vida en Austria en donde vacacionaba.
Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso, es padre de Juan Carlos I de España quien asumió el trono el 22 de noviembre de 1975, a los 37 años tras la muerte del dictador Francisco Franco, su anuncio de renuncia a la corona la hizo el 2 de junio de 2014 y dejó la sucesión en su hijo Felipe, quien la asumió el día 19 de ese mismo mes. Ni Juan Carlos ni Felipe VI padecen hemofilia.