El ministro del Interior de Reino Unido, James Cleverly, ha pedido perdón personalmente por unas declaraciones de hace unos días con las que pretendía bromear sobre cómo drogar a su esposa para mantener relaciones sexuales, poco después de haber presentado un paquete de medidas para detener estos crímenes.
En sus primeras declaraciones publicadas tras aquello, Cleverly ha dicho en una entrevista en Sky News que se arrepiente de sus palabras porque “claramente” causaron daño, al mismo tiempo que desvían la atención de todo lo que está haciendo el gobierno para atajar este tipo de ataques, especialmente contra las mujeres.
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“Lo lamento, pero estoy absolutamente decidido a continuar el trabajo que he estado haciendo durante años”, ha dicho, lo que parece descartar por ahora cualquier tipo de renuncia, tal y como se le ha estado exigiendo desde una parte de la clase política británica y colectivos de víctimas.
“Hice una broma. Fue una broma horrible, pero me disculpé de inmediato y estoy absolutamente comprometido, como lo he estado durante toda mi carrera política, con la protección de las mujeres y las niñas”, ha dicho en declaraciones para la BBC.
En un evento en Downing Street el pasado 18 de diciembre, Cleverly aseguró que echar “un poco de Rohypnol”, conocida como la droga que se utiliza para violar en citas, en la bebida de su esposa no era “realmente ilegal si es sólo un poco”, según informó en un primer momento ‘Sunday Mirror’.
La “broma” fue más allá cuando afirmó que el secreto de un matrimonio duradero consiste en asegurarse de que la esposa estuviera “siempre ligeramente sedada para que nunca pueda darse cuenta de que hay hombres mejores por ahí”.
El pasado 24 de diciembre, tras conocerse lo ocurrido, a través de un portavoz, Cleverly se disculpaba justificando que se trataba de una “broma irónica” hecha en una “conversación privada”.