Separar los residuos sólidos desde la fuente es una manera de cuidar el medio ambiente, ya que facilita el reciclaje de sus componentes que, de otra manera, terminarían en un relleno sanitario o dispuestos incorrectamente, lo que podría contaminar el suelo, el aire y el agua.
Con el objetivo de seguir aprovechando al máximo los residuos que se generan día con día en la Ciudad de México y permitir su reciclaje, mediante el plan Basura Cero se reciclaron 23 mil 198 toneladas de residuos de 2019 a 2023.
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) resaltó que es importante la correcta separación y entregarlos el día asignado para recolectar cada tipo de residuo.
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Por lo que la dependencia exhorta a los ciudadanos que desde casa separen sus residuos en cuatro categorías:
- Orgánicos: residuos sólidos biodegradables como restos de fruta y verdura
- Inorgánicos reciclables: aquellos que se puede den reciclar como PET, cartón, aluminio, entre otros
- Inorgánicos no reciclables y sanitarios: residuos difíciles de reciclar como los curitas cubrebocas, guantes, chicle, etcétera.
¿Cuándo se deben entregar los residuos?
La Sedema exhorta a separar residuos desde Casa y entregarlos de acuerdo con el día asignado:
- Orgánicos: martes, jueves y sábado.
- Inorgánicos reciclables: lunes, miércoles, viernes y domingo
- Inorgánicos no reciclables y sanitarios: lunes, miércoles, viernes y domingo
- Manejo especial y voluminoso: domingo
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Protegiendo a los trabajadores de limpieza
Cabe recordar que, en el caso de resultar positivo a COVID-19, los residuos sanitarios se deben rociar con agua clorada (un litro de agua con 10 mililitros de cloro) para proteger al personal de limpia que realiza la recolección, y entregarlos junto con los residuos inorgánicos no reciclables.
Es importante señalar que al separar los residuos inorgánicos no reciclables y sanitarios, se evitan focos de infección, se previene el contagio de enfermedades y se protege a más de 15 mil personas trabajadoras de limpia que entran en contacto con estos residuos cada día.
Una correcta separación permite que los residuos puedan ser aprovechados a través de algún proceso como reciclaje, reutilización, reparación e incluso fabricación de productos con materiales reciclados o el tratamiento para crear composta.
