El Papa, de 87 años, ha sido trasladado en torno a las 11:00 horas de esta mañana, hora local, tras la audiencia general, al hospital Gemelli de Roma para realizarse unos controles con el objetivo de calibrar la gravedad de la gripe que le obligó el sábado y el lunes a suspender su agenda. Tras realizarse los análisis, el Pontífice ha regresado al Vaticano.
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“Tras la audiencia general, el Papa Francisco acudió al hospital Gemelli Isola Tiberina para someterse a algunas pruebas diagnósticas. Después regresó al Vaticano”, ha confirmado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Según han informado previamente medios italianos, Francisco se ha dirigido a la sede del centro hospitalario, en el céntrico barrio de Trastevere, tras presidir la audiencia de este miércoles en el aula Pablo VI del Vaticano.
Durante la audiencia de este miércoles, el propio Pontífice ha revelado ante los fieles que está “todavía un poco resfriado” y ha preferido que la catequesis de la audiencia general la leyese un colaborador. “Sigo un poco resfriado. Por eso, he pedido a monseñor (Filippo) Ciampanelli que lea la catequesis”, ha señalado el Papa, que ha llegado en silla de ruedas al aula Pablo VI, donde se celebra la audiencia.
Francisco estuvo el año pasado ingresado dos veces en este mismo centro. En marzo, por las complicaciones derivadas de una infección respiratoria; y en junio, para operarle de una hernia abdominal que amenazaba con obstruirle el intestino.