Puede sonar totalmente contradictorio a lo que nos enseñaron en la escuela, pero los condones ya no son, actualmente, una arma efectiva para evitar los contagios por infecciones de transmisión sexual, pues los hombres los han dejado de usar en menor medida.
No importa si son heteros u homosexuales, los masculinos han dejado de usar uno de los inventos más revolucionarios en edades tempranas, lo que preocupa preocupación al mundo médico por una tendencia que parece continúa en ascenso.
Échale un ojo: Otra joven pierde la vida en famosa cadena de gimnasios
Durante la última década, los medicamentos de prevención conocidos como PrEP (sigla en inglés de “profilaxis preexposición”) han ayudado a impulsar una reducción moderada en las tasas de VIH.
Sin embargo, a pesar de las constantes campañas de salud pública que promueven los medicamentos, éstas no han sido logrado entrar en la mente de los hombres sexualmente activos.
“El objetivo de promover la PrEP es valioso, pero ha tapado otras estrategias de prevención como los condones”, afirmó Steven Goodreau, experto en VIH de la Universidad de Washington.
México presenta más de 200 contagios diarios
Nuestro país es uno de los que más condones produce en Latinoamérica a gran escala. La empresa encargada de esta tarea produce, aproximadamente, más de 500 mil condones al día, es decir, cerca de 182 millones 500 mil preservativos al año.
A nivel mundial, Malasia se lleva la batuta como el país que más condones fabrica en un año, seguido de China, India, Tailandia e Indonesia, quienes irónicamente, también tienen las poblaciones más grandes.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, tan solo en 2020 se registraron 84 mil 379 casos de ITS en México. Las infecciones más comunes fueron la clamidiosis, gonorrea y la sífilis.
La estadística arrojó que el grupo de edad de las personas más afectadas por las ITS son aquellas entre los 15 y 29 años de edad.
Las tasas de VIH han disminuido en los últimos años gracias en parte a la PrEP, sin embargo, la disminución en Estados Unidos (12% entre 2017 y 2021) ha quedado rezagada en comparación con la de otras naciones occidentales e incluso la de algunos países africanos muy afectados.