El exvicepresidente, Jorge Glas, es trasladado este sábado hacia la cárcel de máxima seguridad, La Roca, luego de ser apresado en la Embajada de México situada en Quito. Durante toda la madrugada, permaneció en la Unidad de Flagrancia.
Una fuente Policial confirmó a Metro Ecuador que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) dispuso que Glas sea llevado a esa cárcel.
#06Abril I Momento en que Jorge Glas sale de la Unidad de Flagrancia, en Quito, para trasladarlo hacia la cárcel de La Roca.
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La noche de ayer fue apresado en la Embajada de México
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En la cárcel de La Roca se encuentra también Francisco Barreiro Abad, hijo de la vicepresidenta, Verónica Abad, y quien es investigado por presuntamente haber participado en el delito de oferta para realizar tráfico de influencias.
Otros inquilinos de La Roca son Pablo Muentes, exlegislador socialcristiano y procesado en el caso Purga. Igualmente Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura y procesado en el caso Métastasis.
Jorge Glas es llevado a Guayaquil, en una avioneta de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, con un fuerte resguardo policial y un anillo de seguridad. pic.twitter.com/skd5LPWut7
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Asimismo, Carlos Edwin Angulo Lara, alias ‘Invisible’, de la organización terrorista ‘Los Lobos’ y vinculado al crimen de Fernando Villavicencio.
#ComunicadoOficial | El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores informa: pic.twitter.com/Q6lvHBmmhO
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Crisis diplomática
El ingreso de las autoridades ecuatorianas a la Embajada de México y la posterior detención de Glas desembocaron un momento de máxima tensión en las relaciones entre ambos países, después de que el Gobierno hubiese expulsado a la embajadora mexicana por unas declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, sobre el asesinato del candidato Fernando Villavicencio y el efecto en los comicios ganados por el joven empresario, de 36 años.
Justamente ayer, el Gobierno mexicano le concedió a Glas el asilo político que había solicitado pero el Gobierno actual no dio paso al salvoconducto para viajar.
Sobre Glas pesaba una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado, tras haber pasado entre 2017 y 2022 cerca de cinco años en la cárcel por dos condenas vigentes por delitos que él rechaza al considerar que es víctima de una persecución política en su contra.
