La candidata a diputada federal por Puebla, Nay Salvatori, ha desatado una fuerte polémica luego de la difusión de un video en el que simula un asalto en el transporte público durante un evento junto a sus compañeros de partido.
¿Qué dijo Nay Salvatori?
El video, que circula ampliamente en redes sociales, muestra a Salvatori fingiendo ser una asaltante, exigiendo a sus compañeros que le entreguen “celulares y carteras”.
“¡Cámara ya se la saben! ¡Celulares y carteras!” gritó Nay Salvatori dentro de un vehículo mientras sus compañeros del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la grababan y se reían de la actuación de la candidata por Puebla.
“Tanto descaro e insensibilidad ya es de más”: Salinas Pliego
Las imágenes han provocado indignación entre usuarios de las redes sociales y críticas de diversos sectores, destacando entre ellas la del empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y Grupo Elektra.
Salinas Pliego condenó la actitud de Salvatori, acusándola de “burlarse del sufrimiento del pueblo” con su broma.
“Que triste que se burlen así del sufrimiento del pueblo, yo creo que tanto descaro e insensibilidad ya es de más”, expresó Salinas Pliego en su cuenta oficial de X.
La respuesta de Nay Salvatori ante las críticas no se hizo esperar, pues la candidata defendió su actuación argumentando que se trata simplemente de una parodia.
“Bájenle dos rayitas...”: Nay Salvatori tras críticas a su video
En sus redes sociales, respondió a las críticas con un tono desenfadado: “Qué padre que estén tan atentos a mis redes, ¿eh? Tranqui, bájenle dos rayitas... ¡no se tiren al suelo por una parodia!”.
Sin embargo, las críticas persisten, con muchos señalando que el video trivializa una situación grave que afecta a diario a miles de personas en el país.
Los asaltos en el transporte público son un problema real y preocupante en toda la República Mexicana y la recreación de esta situación por parte de una figura pública como Nay Salvatori ha generado un amplio rechazo.
Algunos acusan que Salvatori no tiene un uso responsable de la influencia pública y la sensibilidad hacia problemáticas sociales sensibles.
Mientras algunos defienden el derecho a la libertad de expresión y el humor ,otros argumentan que este tipo de acciones refuerzan estereotipos dañinos y desvían la atención de asuntos importantes.