La ausencia por un par de días del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, aún no se aclara y esto provoca que se generen distintas hipótesis sobre el caso, generar ataques al religioso, así como críticas a las autoridades por no terminar con la investigación del caso.
De acuerdo con José de Jesús González Hernández, obispo de la misma diócesis, su colega fue torturado y drogado, ya que tiene moretones en el cuerpo y todavía no pude recuperarse por completo de la sustancia que le administraron mientras estuvo cautivo.
Añadió que la información proporcionada por las autoridades aún es muy escasa, ya que solo se sabe lo que han declarado el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, así como el comisionado estatal de Seguridad, José Ortiz Guarneros, quien dijo que en imágenes de video de observa que Rangel ingresó por su voluntad y en compañía de otros hombre al motel en donde fue auxiliado por los servicios de emergencia.
González reiteró que ninguna personas puede ser denigrada, como ha ocurrido contra el obispo emérito en redes sociales, en donde se han vulnerado sus derechos humanos con comentarios en los que se burlan por lo que le ocurrió y circunstancias en que lo encontraron.
“Lo amolaron”
La iglesia solicitó a todas las autoridades pertinentes, que el caso se aclare lo más pronto posible, aunque aún falta que Rangel declare formalmente, ya que solo han podido platicar brevemente con él por las condiciones de salud en las que se encuentra.
“Está muy enfermo, todavía no puede hablar mucho, pero se están esperando los resultados de las investigaciones. Está dispuesto a declarar sobre lo que recuerda, pero todavía se encuentra muy delicado de salud”, dijo.
González Hernández consideró que el escarnio del que ha sido objeto Rangel, a lo cual se añade que fue amenazado por grupos del crimen organizado, además de que por las condiciones en las que está “ahora sí lo amolaron”.
