Norma Patricia Ayala Cano, una joven enfermera de 30 años, fue asesinada a tiros la mañana del martes 11 de junio mientras caminaba por las calles del Barrio San Ignacio, en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México. Según testigos, un sujeto desconocido se acercó a Norma y le disparó a quemarropa. Vecinos afirmaron que el ataque fue directo y no un asalto.
Este trágico evento ocurrió en medio de un proceso penal que mantenía desde 2022 contra el médico José Humberto Cuéllar Ferrara, a quien había denunciado por una lipoescultura mal practicada.
Norma había exigido el pago de 6 millones de pesos como reparación del daño ocasionado por las lesiones derivadas de la cirugía estética. Además de la negligencia médica, Norma había denunciado a Cuéllar Ferrara por acoso sexual y amenazas, manifestando su temor constante por su seguridad.
“Todos los días al salir de mi domicilio para ir al trabajo, o realizar otras actividades, tengo miedo e intranquilidad de que atenten contra mi vida, hago responsable al Dr. José Humberto Cuéllar Ferrara de todo lo posible que pueda afectar mi integridad física y mental”, escribió en su cuenta de Facebook días antes de morir.
Horas después del asesinato, las autoridades capitalinas detuvieron en Álvaro Obregón a un presunto implicado en el crimen, identificado como Marco Ramírez, quien habría ayudado al autor material a escapar y confesó que fueron contratados para matar a Norma.
El último adiós con gritos de justicia
La tarde de este jueves, familiares y amigos de Norma, entre flores y lágrimas, la despidieron en el panteón civil San Nicolás Tolentino, exigiendo justicia y clamando que su muerte no quede impune.
Seres queridos de Norma acompañaron su féretro blanco en una procesión que recorrió las calles de la demarcación hasta la explanada de la alcaldía Iztapalapa.
“Ella ya estaba amenazada, le habían intentado hasta aventar del metro, que la fiscalía y el gobierno no intenten ocultar. La verdad, esto no fue un asalto, a ella la mataron”, comentó Elizabeth Ayala, hermana de Norma.
Durante el recorrido, las cartulinas con mensajes como “Justicia para Norma” y “Ni Una Más” acompañaron la carroza fúnebre. Al frente de la caravana, María Concepción Cano, madre de Norma, expresó su agradecimiento por el cariño hacia su hija y prometió luchar por justicia.
“Agradezco a todos por el cariño y amor que le tenían a mi hija y te aseguro mi niña, esto no quedará impune, haremos justicia. Ahora ya puedes descansar en paz”, dijo la afligida mujer.
Compañeros de trabajo se unen a la causa
En otro punto de la ciudad, compañeros de trabajo de Norma protestaron bloqueando Periférico Sur y manifestándose frente al Hospital de Nutrición en la alcaldía Tlalpan, vestidas con uniformes quirúrgicos morados y cartulinas con consignas.
Un centenar de profesionales de la salud exigieron justicia al gobierno capitalino, que pare la impunidad de este gobierno “que ni Martí Batres ni cualquier fiscal nos venga a mentir, están matando a las mujeres en la Ciudad de México. Esto es lo que nos están dejando los políticos”, aseguró una de las enfermeras presente en la manifestación.