Guerras, invasiones, elecciones o cambios de gobierno, protestas, manifestaciones y movimientos sociales han provocado que los presidentes o mandatarios del mundo repriman la libertad de expresión a través de los dispositivos móviles y las redes sociales, ante lo que consideran, una amenaza a su poder e influencia política y social.
“Esto sucede cuando no se ciñen a los intereses o desafían el establishment de las élites políticas, se ven en detrimento de su poder o reclamo político de su autoridad, porque siempre la crítica va a incomodar a los gobiernos, sean democráticos o autoritarios”, explica Manuel Alejandro Guerrero, académico e investigador del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Derecha o izquierda, las fuerzas políticas de cualquier ideología, buscan una interpretación favorable de las reglas para crear una narrativa fiel a sus intereses, situación que no sucede solamente en América Latina, sino en países de todo el mundo, incluso potencias como Estados Unidos, China, Inglaterra o Rusia.
Guerrero considera que los medios digitales han servido para la difusión de nuevas formas de pensar, intereses que no estaban bien representados en los medios tradicionales, darle voz a personas que no la tenían, permitir la estructuración de intereses, la participación cívica y democrática, el empuje de posiciones y derechos que no estaban bien respetados, y de movimientos como los ecologistas o colectivos feministas, por lo que el papel de las redes sociales y dispositivos móviles ha sido fundamental para impulsar todos estos movimientos, pero también “son una arma de doble filo que se debe usar con mayor responsabilidad”.
“Es una tecnología que puede ser utilizada para la opuesto, pero siempre van a tener detrás a figuras polarizantes, políticas y altamente mediáticas”, comenta el investigador al mencionar que la manipulación de estas redes “muestra dónde están los intereses geopolíticos de los gobiernos”, lo que también puede representar un peligro para la población, porque no sólo son una forma de difusión democrática y participativa, en algunos regímenes, permite mayor vigilancia desde el Estado o para la formación de movimientos que no son tolerantes hacia los derechos humanos.
Ejemplo claro de esta situación es el hecho ocurrido en Venezuela, después de que María Oropeza, colaboradora de la líder opositora María Corina Machado, criticó una campaña oficial que pide denunciar casos de “odio” en medio de las protestas contra la reelección de Nicolás Maduro, fue detenida por militares, situación que registró desde su dispositivo móvil en vivo.
Fue a través de Instagram, donde Oropeza difundió el momento en que funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) golpean y fuerzan la puerta para ingresar a su casa.
Venezuela
De acuerdo con Manuel Guerrero, “hay varios niveles” en las ideologías políticas del mundo, “como hay niveles de democracias, también hay niveles de izquierda, vemos que claramente hay gobiernos como el chileno, que ha intentado ser un gobierno muy respetuoso del Estado de derecho, una política exterior muy congruente con el respeto a los derechos humanos, o vemos otros casos como el de Maduro que es un gobierno más autocrático, igual en el caso de Nicaragua que limita la libertad de expresión e incluso la libertad educativa, la persecución de periodistas”, indica.
Mientras algunos líderes de izquierda como Nicolás Maduro —que acaba de hacer un llamado para borrar WhatsApp de los celulares de los venezolanos y limitar el uso de la red X durante 10 días en el país sudamericano— llevan a cabo actos de represión tras las elecciones en Venezuela, otros como el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende el derecho a la libertad de expresión por parte de la sociedad a través de los medios independientes y redes sociales.
“El que tiene un teléfono, un celular, puede ser un medio de comunicación, opinar y participar, es posible que como va a seguir creciendo la búsqueda de la libertad en todo el mundo, van a tratar de censurar, pero van a surgir nuevas formas”, dijo AMLO en su mañanera del pasado miércoles 7 de agosto.
Pero, Guerrero asegura que el presidente debería ser un poco más prudente en el caso de los regímenes externos donde no se respetan los derechos de manera muy evidente y abierta, como Nicaragua o Venezuela, donde se requiere un poco de más prudencia.
Donald Trump
El propio expresidente Donald Trump, que ahora busca un segundo mandato en contra de la demócrata Kamala Harris en Estados Unidos, buscó una alternativa a las redes sociales más usadas (Facebook, Twitter, Instagram), de donde fue bloqueado tras el asalto al Capitolio estadounidense (enero de 2021) al perder las elecciones de 2020 contra el actual presidente Joe Biden.
Truth Social surgió entre 2021-2022, después de la “censura” o bloqueo de sus cuentas oficiales en estas redes y perder la presidencia, con el fin de difundir sus opiniones, mítines, entrevistas y enlaces de campaña, de hecho es la red donde aún difunde el 99.9% de sus publicaciones, ya que, aunque fue desbloqueado de las otras redes, no es tan activo actualmente como en la suya propia.
TikTok
El caso de la red social que pertenece a la empresa china ByteDance en Estados Unidos es un poco distinta, pero también afecta de algún modo la libertad de expresión, mientras las autoridades estadounidenses consideran que es una ventana para la propaganda del gobierno de China.
“El caso de TikTok en Estados Unidos tiene qué ver más con una posición geopolítica, no hay evidencia de forma contundente de que el gobierno chino están utilizando esta red para manipular las mentes de los estadounidenses, en todo caso, de lo que se le acusa es generar ansiedad en los jóvenes hacerles perder el tiempo, pero es de lo mismo que se puede acusar a redes como Instagram, Facebook, y otras, pero es una red que no pueden controlar”, detalla el investigador de la Ibero CDMX.