Carlos Loret de Mola, en su columna “La foto que es la salvación de Rocha Moya” publicada en El Universal, reveló una fotografía que generó controversia en el ámbito político de Sinaloa por el presunto vínculo de los hijos del gobernador del estado con un polémico personaje, lo que ha llevado a cuestionar la integridad del funcionario, quien actualmente se encuentra bajo investigación por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
¿Cuál es la relación de los hijos de Rocha Moya con Amilcar Olán?
La fotografía muestra a Ricardo y José de Jesús Rocha Ruiz, los hijos del gobernador Rubén Rocha Moya, junto a Amílcar Olán, un conocido operador financiero vinculado con “El Clan”, como se refiere el periodista a la supuesta red de tráfico de influencias que involucra a Andrés “Andy” y Gonzalo “Bobby” López Beltrán, hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Amílcar ha sido señalado en varias ocasiones por Loret de Mola y el medio Latinus, como el receptor de contratos otorgados a través de un entramado de corrupción, supuestamente facilitados por los hijos de AMLO. La revelación de esta fotografía amplía las implicaciones al vincular a los hijos de Rocha Moya con Olán, quien presuntamente se benefició de contratos multimillonarios durante el sexenio anterior, todo bajo el amparo de los López Beltrán.
Loret de Mola afirma que la situación actual de Rocha Moya es de “blindaje impenetrable” ante la creciente violencia que afecta a Sinaloa, un estado que ha visto un aumento en la criminalidad en los últimos meses. “Los hijos de AMLO y los hijos de Rocha Moya. Una misma generación en el poder. Los juniors del bienestar”, mencionó el periodista en el texto.
Fotografía podría revelar conexiones que comprometan a Rocha Moya
Un hecho inquietante se presenta cuando se menciona que el gobernador estaba en el mismo evento donde fueron detenidos líderes del Cártel de Sinaloa, como Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, líder de la célula criminal “Los Chapitos”, e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán; un momento que coincidió con la repentina “desaparición” de Rocha Moya en medio del desbordamiento de violencia en Culiacán.
En el trasfondo de esta situación, Loret de Mola destaca el papel del secretario de Finanzas estatal, Enrique Díaz Vega, que renunció y desapareció de la esfera pública poco antes de que se reportara el también llamado “secuestro” de Zambada. Este movimiento dejó a Culiacán en un estado de agitación y conflicto, reflejando el deterioro de los acuerdos locales que antes mantenían una aparente calma.
La fotografía, más que un simple instante, se convierte en un símbolo de las complicaciones que enfrentan el político sinaloense y las sombrías conexiones que podrían comprometer la administración de Rocha Moya, mientras los mexicanos exigen transparencia y claridad en un entorno donde la corrupción y el narcotráfico parecen estar entrelazados con el ejercicio del poder.