La Conferencia de las Partes sobre este tema se celebra por primera vez en un país suramericano. Y precisamente en Colombia, el segundo más biodiverso del mundo.Desde el 21 de octubre hasta el 1 de noviembre, cientos de delegados internacionales y líderes ambientales se reúnen en Cali para hablar de biodiversidad. En la agenda hay temas tan complejos como el manejo de las especies invasoras, la eliminación de subsidios a las empresas contaminantes y el acceso de los países en desarrollo al material genético digitalizado. Una meta que la ministra de Medio Ambiente y Desarrollo, Susana Muhamad, tiene la esperanza de que se concrete como lo dijo en entrevista con DW.
Para Juan Mayr, exministro colombiano de Medio Ambiente y quien logró la aprobación del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (2000), Colombia adelanta un esfuerzo enorme en materia de concienciación. Sin embargo, señala que "esta será una COP de trámite", de la que no se espera que salgan nuevos acuerdos.
En lo que sí va a ser importante es en "establecer un programa de trabajo con autonomía de los pueblos indígenas", gracias al trabajo de los indígenas y al decreto firmado por el presidente Gustavo Petro para que las autoridades indígenas tengan competencias ambientales sobre sus territorios.
Pero añade que es difícil que esto se dé a nivel multilateral porque hay muchos gobiernos que "ni siquiera tienen reconocimiento de sus pueblos indígenas o de sus territorios".
"Somos parte de la solución"
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres; los defensores ambientales como Yuly Velásquez, presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales, Ambientalistas y Turísticos del Departamento de Santander (Fedepesan); Hólmer Pérez, presidente de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) y Mayr comparten la visión de la paz de la humanidad con la naturaleza.
Una paz que como Velásquez afirma es el día a día en las comunidades. "Nos venden como parte del problema cuando nosotros somos parte de la solución", complementa Pérez. Mayr recuerda una de las máximas del pueblo indígena kogi, de la Sierra Nevada de Santa Marta: "El territorio está ordenado. Los que estamos desordenados somos nosotros. Por eso hay que ordenar el pensamiento".
"¿Por qué un líder tiene que estar amenazado?"
Y en ese ordenamiento de las prioridades, Colombia ocupa el primer puesto en peligrosidad para defensores ambientales. La oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos señala que desde 2016 ha verificado 248 asesinatos en este país. La mayoría de las víctimas son hombres indígenas, afrodescendientes y campesinos. Esta cifra es prudente frente a los 461 muertos que registra la organización no gubernamental Global Witness desde 2012.
De acuerdo con Pérez, la nueva política de drogas 2023-2033 de Petro consiste en "asfixiar" a los narcotraficantes y "dar oxígeno" a través de proyectos productivos para los campesinos que cultivan la hoja de coca. Pero hasta ahora el oxígeno no llega.
Para Velásquez, por su parte, los actos de corrupción estatal generan un problema adicional: pone a las comunidades en medio del fuego cruzado. Además, se pregunta si las comunidades toman acciones para mantener limpias las fuentes hídricas, la flora y la fauna nativa. "¿Por qué un líder tiene que estar amenazado?". Ella lo sabe de primera mano. Su tío y su padrastro, un pescador artesanal, fueron asesinados. Actualmente, denuncia, que hace 20 días los pescadores no han podido salir a pescar porque el cartel de la gasolina rompió tuberías de Ecopetrol y amenaza a los pescadores.
El problema del extrativismo
Pero los actores armados no son el único obstáculo al que se enfrentan los líderes ambientales. La economía del extractivismo genera problemas de contaminación, por ejemplo de las fuentes de agua. Así ocurre con la petrolera estatal Ecopetrol, que si bien realiza labores sociales importantes para las comunidades, ha sido negligente en cuanto al manejo de los humedales.
Velásquez destaca que ha sido gracias a las labores de monitoreo del estado del lodo y de las aguas en las ciénagas y caños, así como las tareas de limpieza hídrica y las vedas concertadas, las que han permitido que subsista la pesca artesanal que "es sostenible y genera seguridad alimentaria". Pero también los monocultivos, como el de la palma de aceite, y los planes de explotación de una mina de carbón a cielo abierto en Catatumbo.
La confianza: bien escaso, pero clave
Tanto en el trabajo de base entre las comunidades con las instituciones, desde la policía hasta el ejército, pasando por los organismos de control, como a nivel multilateral, predomina la desconfianza. Pérez afirma que "hay dos mundos contrapuestos: aquellos que se identifican como soy naturaleza y otros que dicen yo estoy por encima de la naturaleza. Soy la especie dominante".
Esta situación genera tensiones y lleva a dos modelos de desarrollo diferentes. El primero conservacionista y el segundo extractivista. En esta COP16, por ejemplo, uno de los temas más polémicos será el garantizar el acceso de los países en desarrollo y biodiversos, como Colombia, a los recursos biológicos digitalizados.
Para Mayr, ahí están los grandes intereses. Las visiones sobre la "biología sintética y sus desarrollos es un tema emergente, en el que las visiones están muy lejanas, como lo fue en su momento el tema de los transgénicos". Su recomendación tras conseguir la firma del Acuerdo de Cartagena sobre Bioseguridad es que "esté muy claro ante todo el principio de precaución", ya que "hasta que no esté demostrado que no hay riesgo, no se pueden desarrollar y poner en práctica estas nuevas tecnologías, que compiten entre lo natural y la transformación no-natural de la naturaleza".
(rr)