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Las mujeres en Irán, entre la represión y la rebelión

En Irán se creará un centro psiquiátrico para mujeres que violen el código de vestimenta impuesto.Con el objetivo de "ayudar" a las mujeres que no respeten los códigos de vestimenta islámicos, estas serán internadas en una "clínica de belleza social".

Con un presupuesto equivalente a 3,5 millones de euros, el centro será construido en la capital de Irán, Teherán, según anunció Mehri Talebi Darestani en la plataforma X. Darestani es jefa de la sede iraní del Departamento de la Mujer y la Familia para la "Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio".

El anuncio de dicho proyecto provocó una ola de indignación en Irán. El Gobierno del presidente Masoud Pezeshkian intenta distanciarse de este plan. "¿Y quién aprobó el presupuesto?”, inquirió el portal de noticias Jamaran.ir a principios de esta semana en un artículo.

Rebelión contra la opresión: el caso Ahoo Daryaie

"Detrás de esta ‘creatividad', hay ciertamente mucha investigación, reflexión y, sin duda, un presupuesto gigantesco”, señala cínicamente la fotoperiodista Aliyeh Motallebzadeh. En entrevista con DW desde Teherán, asegura: "Una mayor presión sobre las mujeres radicalizará sus protestas contra el hiyab obligatorio".

Motallebzadeh, que también es vicepresidenta de la Asociación Iraní para la Defensa de la Libertad de Prensa, ha sido encarcelada varias veces por su activismo en favor de los derechos de las mujeres. La última vez, estuvo encerrada entre octubre de 2022 y febrero de 2023.

"El caso de la estudiante Ahoo Daryaie, que se desvistió hasta quedarse en ropa interior en público para protestar contra los organismos de control de la moralidad, muestra que estas jóvenes valientes no temen las acciones drásticas de protesta", afirma. "Muchas mujeres la comprenden. Aquí, en el lugar, hubo mucha empatía. Sus acciones fueron el resultado de una ira acumulada durante mucho tiempo como resultado de una dura opresión", añadió.

Ahoo Daryaie, de 30 años, estudiante de la Universidad Islámica Azad de Teherán, fue detenida y acosada el 2 de noviembre de 2024 por supuestamente no usar correctamente su hiyab. Se dijo que, durante el altercado, se rompió parte de su ropa. En señal de protesta, se sentó en ropa interior en el patio de la universidad. Fue arrestada poco después. Las autoridades dijeron que la estudiante sufría de "inestabilidad mental" y fue trasladada a un centro psiquiátrico en una ambulancia.

Aliyeh Motallebzadeh expresa su preocupación por la salud de Ahoo Daryaie. Muchos manifestantes sufren enfermedades graves durante y después de su detención en prisiones o centros psiquiátricos. Esta no es la primera vez que ingresan a un manifestante en un centro psiquiátrico. Kianoosh Sanjari, periodista y activista de derechos humanos que se suicidó en Teherán el 13 de noviembre de 2024, sufrió las consecuencias de su hospitalización forzada y el tratamiento con descargas eléctricas recibido.

"Desde la perspectiva del sistema político iraní, cualquier persona que muestre resistencia será considerada una loca", subraya Mina Khani a DW.

La periodista y activista de derechos humanos iraní vive en Berlín: "Durante mucho tiempo, no se supo cómo se llamaba la estudiante que protestaba. Nadie de su entorno se atrevió a ponerse en contacto con los medios de comunicación ni con las organizaciones de derechos humanos. A un hombre que se identificó como su exmarido, lo pusieron delante de las cámaras apelando a la opinión pública para que no siguieran mostrando fotos y no siguieran el caso (de Daryaie). Lo que ella hizo fue un shock para la sociedad patriarcal iraní. Puede ser que nunca más sepamos nada sobre ella, pero su protesta dejó huella”.

Lugo se informó que Ahoo Daryaie fue liberada el 7 de noviembre. Vahid Shariat, presidente de la Asociación de Psiquiatras de Irán, lo anunció el 17 de noviembre en su cuenta de X. No se sabe en qué estado se encuentra, ni qué "tratamiento” recibió la estudiante.

Críticas de expertos: abuso de la ciencia

La idea de crear una "clínica de belleza social" parece ser un intento de intimidar a las mujeres y, al mismo tiempo, de complacer a las bases religiosas del sistema político.

Las iniciativas que buscan obligar a las mujeres a cambiar su comportamiento reciben importantes críticas en círculos de expertos del país. Como el propio Vahid Shariat, también profesor de psiquiatría de la Universidad iraní de Ciencias Médicas, en una entrevista con el diario Etimad: "No se pueden interpretar arbitrariamente los principios científicos y declarar algo nuevo cada día como una enfermedad o anomalía. No podemos ni debemos etiquetar diferentes puntos de vista como aberraciones y luego tratar de 'curarlas'", critica.

Desde el inicio del movimiento feminista en septiembre de 2022, cada vez más mujeres han dejado de llevar el velo obligatorio, incluso en público. Las protestas de las mujeres fueron desencadenadas por la muerte de la joven kurda iraní JIna Mahsa Amini. Fue arrestada porla policía de la moral, porque se le veían algunos mechones de cabello debajo del pañuelo. Murió bajo custodia policial.

(rmr/ms)

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