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Alemania aprueba la reforma del sistema hospitalario para paliar su crisis de financiación

El hospital de la Universidad de Medicina de Rostock, en Alemania. DW

El Consejo Federal dio luz verde a la controvertida reforma hospitalaria del ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, ante la "crisis" del sistema de hospitales alemanes.El Consejo Federal de Alemania, la cámara territorial del Parlamento que representa a los 16 estados federados, dio luz verde este viernes (22.11.2024) a la aprobación de reforma del sistema hospitalario alemán. La ley ya fue aprobada por el Bundestag y ahora está previsto que entre en vigor, paso a paso, a principios de 2025.

Con la reforma, el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, aspira a mejorar el sistema de hospitales alemanes que, según dijo, se encuentra "en crisis" debido a razones financieras y organizativas.

Durante la votación de este viernes, una moción para apelar ante el Comité de Mediación no obtuvo la mayoría necesaria. Esto significa que la reforma puede entrar en vigor.

Reforma controvertida

La reforma tiene como objetivo reducir significativamente el número actual de 1.900 clínicas, incluidas clínicas psiquiátricas y psicosomáticas, apostando a una mayor calidad y a una mejor financiación.

El núcleo de la reforma es un nuevo sistema de compensación para los hospitales. En el futuro, la cantidad fija por caso y paciente sólo debería representar el 40 por ciento de la remuneración a las clínicas. El 60 por ciento restante debería destinarse a sostener el personal, para las instalaciones o para la tecnología médica necesaria.

En las regiones estructuralmente más débiles, los hospitales que son necesarios deberían mantenerse y recibir financiación especial. También debería existir la posibilidad de crear centros de salud intersectoriales e integrados. Para financiar toda la reforma estaba previsto un fondo de transformación de 50.000 millones de euros, procedente del Gobierno federal y estatal.

Las asociaciones de hospitales siempre han criticado que los incentivos eran los equivocados, y las directrices, demasiado rígidas. Los estados federados temen el cierre de clínicas, especialmente en las zonas rurales, y quisieran que se lleven a cabo urgentemente nuevas mejoras.

La "atención hospitalaria más cara de Europa"

"Nuestra atención hospitalaria es cara, la más cara de Europa", declaró hace pocos días Lauterbach con motivo de la aprobación en el Parlamento, para luego enumerar cómo la calidad de muchas intervenciones es "regular", mientras que un tercio de las camas permanecen vacías y un tercio de los hospitales tienen déficit.

El ministro socialdemócrata explicó que hay carencias en ámbitos como los de la pediatría, o de los pacientes que han sufrido accidentes cardiovasculares, quienes, en promedio, tardan 50 minutos en recibir la atención que necesitan, lo que "cuesta vidas todos los días", según dijo.

Por otro lado, existe una "sobreoferta" en otros ámbitos que son "lucrativos" para las clínicas, lamentó Lauterbach, que afirmó que en ocasiones "es más fácil obtener una prótesis de rodilla que recibir tratamiento por problemas en esa articulación", ya que lo primero reporta más ingresos a los hospitales.

"Las clínicas deben ser capaces de sobrevivir sin estos fuertes incentivos económicos", aseveró.

Uno de los puntales de la reforma es el abandono parcial del muy criticado sistema vigente de tarifas, por el que los hospitales adscritos a la sanidad pública facturan al Estado cada intervención en base a una determinada tarifa fija, lo que les incentiva a priorizar los tratamientos que les resultan más rentables.

Tras la reforma, sólo un 40 % de la financiación de los hospitales funcionará de este modo, mientras que el 60 % restante será asignado por los estados federados en base a las necesidades de cada clínica y a las necesidades sanitarias de la población.

Así, está previsto que, sobre todo los hospitales, pequeños ofrezcan en el futuro menos especialidades y se limiten a aquellos tratamientos en los que pueden ofrecer una mayor calidad en términos de terapias y de poseer suficiente personal.

Lauterbach ha admitido recientemente que esto puede llevar al cierre de hasta un 20 % de los hospitales, pero señaló que debido al déficit que acumulan, su existencia se veía amenazada de todas formas.

El diputado democristiano Tino Sorge, que replicó en su momento al ministro de Sanidad, destacó la necesidad de la reforma hospitalaria, pero criticó que en este caso se planificó sin tener en cuenta a los estados federados ni a los propios hospitales.

Por su parte, la Asociación Alemana de Hospitales (DKG, por sus siglas en alemán) ha lamentado que las medidas del Gobierno sean "absolutamente insuficientes", ya que en lugar de proporcionar una financiación adicional imprescindible, se limitan a redistribuir la ya existente.

CP (efe, afp, dpa)

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