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Así afecta a Argentina su abandono de la COP29

Activistas en Baku reclaman más acción climática para revertir los efectos del cambio climático. DW

La cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas en Baku (Azerbayán) está a punto de concluir, marcada por el abandono de la delegación argentina de las negociaciones.Las cumbres sobre cambio climático que se celebran cada año son un punto de encuentro para avanzar en la lucha contra este reto mundial. Por este motivo, la retirada de la delegación argentina en las negociaciones climáticas, que se están llevando a cabo en Baku (Azerbayán) y que deben terminar el viernes (22.11.204), causó malestar y estupefacción.

“La salida de Argentina envía una señal equivocada, ya que no es capaz de afectar a un proceso global donde no solo la mayoría de países, incluyendo los Estados Unidos, siguen presentes, sino que es el escenario donde actores de todos los sectores trabajan de manera conjunta para resolver este problema global”, dice a DW Javier Dávalos González, asesor de Climate Action Network América Latina (CAN-LA).

“El presidente Javier Milei es negacionista, no solo no cree en el debate climático, sino que cree que el sistema de las Naciones Unidas es un sistema colectivista que daña la inversión y el libre mercado”, critica a DW Manuel Pulgar-Vidal, líder de Práctica Global de Clima y Energía de WWF Internacional.

No obstante, “no hay una alternativa para tomar decisiones multilaterales, si no es a partir del sistema de Naciones Unidas u otros foros globales, a partir de representantes de Estados, que toman decisiones globales y luego tienen que transmitir a sus ciudadanos sus obligaciones para implementarlas”, añade el también exministro de Ambiente peruano.

Una decisión con consecuencias internacionales…

Según Andrés Nápoli, abogado y director de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) en Argentina, “esta decisión va a afectar a la imagen del país, porque lo margina de las negociaciones”. Aunque reconoce el papel limitado del país en este marco, “necesita tener lugares para poder participar”.

En este sentido, Sandra Guzmán, directora general del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y El Caribe (GFLAC) apunta a DW consecuencias a la decisión del Gobierno argentino, teniendo en cuenta que en la COP29 se está discutiendo la nueva meta de financiamiento para la lucha contra el cambio climático. “Para el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés), el negociador líder del Climate Finance del G77 era argentino y, aunque ese liderazgo pasó a otro país y no era un punto condicionante para llegar a un acuerdo, Argentina deja descubierto al Grupo Sur, donde estaba con Brasil”, lamenta.

“En la COP29, hay 193 países de la ONU. Argentina, en términos de población, emisiones, PIB per cápita es un país relativamente pequeño en la esfera global y, por consiguiente, su retiro de las negociaciones no tendría un mayor impacto”, apunta a DW, por su parte, Alejandro Alemán, coordinador de la red de organizaciones de la sociedad civil latinoamericana CAN-LA, que recalca las perjudiciales consecuencias para el país. “Se retira de un foro internacional donde se aborda la construcción de una arquitectura financiera que responda a los desafíos climáticos globales y lo que básicamente está haciendo es aislarse”, continúa Alemán.

… y locales

“En esta definición de la nueva meta, todas las partes deberían estar involucradas, porque es a partir de este financiamiento que los países del Sur Global pueden avanzar con medidas de adaptación y de mitigación, y así empezar a prevenir pérdidas y daños, especialmente teniendo en cuenta que los eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones, incendios y olas de calor afectan más a nuestros países y territorios”, recalca a DW Camila Mercure, responsable del área de Política Climática de FARN.

“Aunque la definición de la meta pueda avanzar sin su participación, es fundamental estar presentes y activos en este proceso para asegurar que nuestras realidades sean consideradas”, añade la especialista de la organización argentina.

“Argentina y su población ya están sufriendo las consecuencias y el Gobierno deja de obtener oportunidades de financiamiento al respecto”, agrega, por su parte, Javier Dávalos. “Va a perder la oportunidad de ser beneficiario, de encaminar sus transiciones con la ganadería y el uso no sostenible del suelo, de llevar sus ciudadanos al progreso, mientras que sus países vecinos como Chile y Uruguay, sí son capaces de entender lo que significa la transición climática”, complementa el líder de Práctica Global de Clima y Energía de WWF Internacional.

¿América Latina, unida?

Para Nápoli, la decisión de Milei busca también “debilitar a la región en sus planteos y sus posiciones, y abrir una brecha”.

Con ello concuerda Guzmán, que reconoce que, aunque “Argentina no negocia con todos los países de la región, hay una ausencia política que incrementa esas divisiones en la región”. “En realidad, América Latina viene estando fragmentada hace ya mucho tiempo. Por lo tanto, el debate de Milei ni aporta ni disminuye esa fragmentación”, complementa Pulgar-Vidal.

Se trata de una cuestión que se está reflejando en las negociaciones de financiación climática que están llegando a su recta final. "Hay un entorno bastante pesimista. Las valoraciones en general de las asociaciones de la sociedad civil de América Latina es que el documento sobre financiamiento, ese borrador es sumamente deficiente, decepcionante", avanza el coordinador de CAN-LA.

“Nos preocupa que no haya voluntad política suficiente de los países ricos para acordar la NSQG. Sin duda, hace falta más fuerza y organización del bloque latinoamericano para poder negociar estos temas con mayor éxito”, dice a DW Margarita Campuzano, directora de comunicación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).

Colombia y México

Para Javier Dávalos, a pesar de que la decisión de Milei es “una muestra de la crisis del sistema multilateral, en América Latina existen ejemplos importantes de países que siguen luchando en el marco del multilateralismo por avanzar en soluciones conjuntas”.

El asesor de Climate Action Network América Latina (CANLA) apunta al caso de Colombia. “A Colombia le vemos bastante fortalecido, la ministra de Colombia ha sido importante para el proceso derivado de lo que pasó en Cali y su presencia da certeza de que tendremos voces fuertes”, agrega Guzmán, destacando también el papel del nuevo Gobierno mexicano, que “empieza a tomar una nueva imagen internacional”.

En este sentido, Margarita Campuzano, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, se muestra satisfecha del papel del país en la COP29. “México ha sido de los países que firmó el Acuerdo para mitigar emisiones de metano que se acordó en esta COP”, dice a DW la vocera mexicana, que también resalta el liderazgo climático de Brasil, país que acogerá la COP30 el próximo año.

“Brasil tiene que ser el lugar donde demos un impulso fuerte al proceso, que los planes climáticos levanten su ambición y poder construir una atmósfera para que haya más movilización de recursos, entre otros elementos”, dice al respecto Manuel Pulgar-Vidal.

Para ello habrá que esperar un año y, en el cierre de la presente cumbre, “todavía no está todo dicho y la presencia que tiene América Latina, si no es la más fuerte, sí que será importante”, estima, por su parte, Sandra Guzmán, la directora General del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y El Caribe (GFLAC).

(ms)

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