En México, las tarjetas de débito y crédito son los métodos de pago más utilizados, con un 74% y 57%, respectivamente, según la Asociación Mexicana de Venta Online. Esto las convierte en blancos frecuentes de defraudadores. El fraude en línea no solo ha crecido, sino que también se ha sofisticado, impulsado por el auge del comercio electrónico. Según Juniper Research, se estima que este tipo de delitos pasará de 44.3 mil millones de dólares en 2024 a 107 mil millones en 2029, lo que representa un aumento del 141%.
“La temporada navideña, además de ser un periodo de alto consumo, es terreno propicio para las estafas. Durante estas fechas, el fraude no solo se multiplica, sino que también alcanza un mayor nivel de sofisticación. Desde páginas web que imitan tiendas reconocidas hasta correos electrónicos con promociones engañosas, los estafadores buscan aprovechar la urgencia de los consumidores por encontrar ofertas irresistibles”, explicó Fátima Herrera, product manager de Klibu.
Cinco tipo de fraudes más comunes
Herrera compartió los cinco tipos de fraudes más comunes en compras en línea:
- Phishing: En este tipo de estafa, los delincuentes intentan robar datos personales o financieros haciéndose pasar por una entidad confiable. Usualmente, envían correos electrónicos, mensajes de texto o notificaciones que contienen enlaces a sitios web falsos que imitan marcas o instituciones financieras legítimas. A menudo, los mensajes incluyen advertencias de urgencia, como que tu cuenta será bloqueada si no actualizas tus datos, para incitarte a actuar rápidamente.
- Fraude en compras online y redes sociales: Los estafadores publican anuncios de productos atractivos, como ropa o gadgets. Sin embargo, una vez realizado el pago, el supuesto vendedor desaparece sin enviar el artículo. En el peor de los casos, también pueden robar la información de la tarjeta utilizada, lo que aumenta el riesgo de cargos no autorizados o suplantación de identidad.
- Vishing: Esta estafa utiliza llamadas telefónicas para obtener información confidencial. Los estafadores se hacen pasar por representantes de instituciones financieras o de soporte técnico, utilizando tácticas de urgencia o manipulación para obtener contraseñas, códigos de seguridad o datos bancarios. En ocasiones, incluso solicitan transferencias de dinero bajo pretextos falsos.
- Ataques Man-in-the-Middle (MitM) Estos ataques ocurren al usar redes wifi públicas o no seguras. Los atacantes interceptan información confidencial, como contraseñas o datos bancarios, mientras navegas en sitios de compras en línea o bancos.
- Quishing: Este tipo de fraude utiliza códigos QR para engañar a las personas y robar información confidencial. Un ejemplo común en México son los falsos avisos de “vehículo en infracción” colocados en parabrisas. Estos incluyen un código QR que, al escanearse, redirige a sitios fraudulentos que roban datos personales, información bancaria o instalan software malicioso para tomar control del celular.
Prevención ante posibles fraudes
A pesar del aumento en el fraude en línea, el panorama no es del todo desalentador. Según el estudio Faces of Fraud de SAS, el 86% de las personas encuestadas a nivel mundial afirman ser más cautelosas que antes, y el 46% señala haber incrementado significativamente su nivel de precaución.
Para prevenir fraudes en transacciones en línea, la especialista de Klibu recomienda:
- No abrir enlaces de procedencia desconocida. Accede siempre a páginas oficiales escribiendo la URL directamente en el navegador.
- No compartir datos sensibles por correo o mensaje. Ninguna entidad legítima solicitará contraseñas o números de tarjeta por estos medios.
- Comprar únicamente en sitios web confiables y reconocidos. Verifica que la URL comience con “https://” y tenga un candado de seguridad.
- Evitar el uso de redes wifi públicas. Mantén actualizado tu navegador y antivirus.
- No escanear códigos QR de fuentes desconocidas. Utiliza aplicaciones de escaneo que permitan visualizar el enlace antes de abrirlo.