El equipo ascendido está contra las cuerdas del descenso y buscará amortiguar la caída al estrenarse en la Allianz Arena de Múnich. Dos instituciones diametralmente opuestas desde cualquier ángulo.La Bundesliga vuelve a presentar una situación inédita. En los capítulos de David contra Goliat, la jornada 20 del campeonato verá por primera vez al Holstein Kiel como invitado en Múnich. Cuando el equipo norteño de Alemania emprenda camino rumbo a los infiernos bávaros en el sur del país, lo mejor será disfrutar la experiencia, porque el modesto Kiel seguramente que lo padecerá como ya sucedió en la jornada 3.
Solo seis tiros le dio el Bayern de Vincent Kompany aquella tercera fecha en el verano tardío de Kiel, a unos 690 kilómetros de Múnich. Solo 14 segundos le bastaron a Jamal Musiala para romper el cero en el marcador, mientras Harry Kane habría de llevarse el balón a casa tras coronar su triplete en el minuto 90+1. Irremediablemente, el recién ascendido caía sin misericordia ante el campeón histórico del fútbol alemán. Dos polos opuestos, incluso en términos geográficos.
Mundos aparte
La diferencia entre estos dos clubes de Bundesliga no podría ser mayor. La ciudad que descansa junto al mar Báltico, con su modesto equipo de primera división, tiene un estadio con capacidad para 15 mil aficionados. La Allianz Arena de Múnich es solo cinco veces más grande que el Holstein Stadium. Esto responde no solo al enanismo futbolístico del Kiel, sino también a una densidad de población diametralmente opuesta: 250 mil habitantes contra 1,5 millones que abundan en la ciudad sede del Oktoberfest.
Los dirigidos por Marcel Rapp están dando sus primeros pasos en la máxima categoría, sin embargo, en su campaña debut parecen estar condenados al descenso, escoltados por las desgracias del Bochum (18) y el Heidenheim (16). Pero "lo bailado no se los quita nadie” y el Kiel suma 19 partidos, tres victorias y 28 goles en este fugaz paso por la Bundesliga.
Por igual podría presumir el descaro de la jornada seis, resultante en un empate a dos goles en casa del campeón vigente Bayer Leverkusen. Dos puntos que hoy seguramente le duelen a Xabi Alonso en la defensa del título precisamente ante el Bayern Múnich, un equipo que acumula 2.029 partidos, más de 1.200 victorias y unos 4.500 goles en su haber.
En su sitio web, el Bayern se jacta de ser el club deportivo más grande del mundo con sus 382 mil socios regados por todo el mundo. Esa cifra es unas 76 veces más que su rival en puerta Holstein Kiel.
En un mundo paralelo al fútbol
Por mencionar algunos números prominentes, el Bayern Múnich ha conquistado la liga local en 33 ocasiones, 20 veces ha alzado la Copa Alemana, tres "orejonas” de Champions League, además de ser dos veces campeón del Mundial de Clubes de la FIFA. El humilde Holstein Kiel, no obstante, fue campeón hace 113 años en 1912, muchos años antes de la fundación de la Bundesliga (1963) como se conoce en la actualidad.
Pero la ciudad portuaria también conoce de cifras abultadas cuando las comparaciones se establecen en otras disciplinas deportivas. Si Baviera cuenta con el Bayern Múnich en fútbol, el equipo más ganador del balonmano alemán se llama THW Kiel, una aplanadora de 23 títulos y amplio dominador histórico. Un Bayern de otro universo.