La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó este domingo los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, asegurando que estos afectarán gravemente tanto a México como a los propios ciudadanos estadounidenses.
A través de un video publicado en sus redes sociales, Sheinbaum respondió nuevamente a las acusaciones de la Casa Blanca sobre presuntas alianzas entre su gobierno y el crimen organizado, calificándolas de infundadas. Como lo demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este año.
En su mensaje, la mandataria enfatizó que, en todo caso, la verdadera alianza se da entre los gobiernos de Estados Unidos y los grupos criminales, debido a la venta de armas de alto poder a estos últimos, provenientes de las armerías estadounidenses.

Subrayó que la mejor manera de combatir la epidemia de fentanilo es un trabajo conjunto y no con aranceles, por lo que propuso seguir con el diálogo con “cooperación, pero sin subordinación”.
Aprovechó para indicar que su gobierno ha asegurado en cuatro meses más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo y ha detenido a más de diez mil personas vinculadas con estos grupos.
Presidenta pide respeto y colaboración
Sheinbaum expresó que, en lugar de confrontación, México busca la cooperación con el país vecino en materia de seguridad, siempre bajo el principio de respeto a la soberanía y la coordinación mutua. En ese sentido, propuso abrir una mesa de trabajo para abordar los problemas de manera conjunta, subrayando que los aranceles no son el camino para resolver las diferencias.
A pesar de las tensiones recientes, la presidenta de México reiteró su disposición a trabajar con el gobierno de Estados Unidos para enfrentar los desafíos comunes, sin que se utilicen medidas unilaterales que perjudiquen a ambas naciones.
Por tercer día consecutivo, la presidenta de México se reunió con los integrantes de su gabinete en Palacio Nacional para abordar el tema de los aranceles. Sin dar detalles informó que instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que implemente un Plan B que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México.