A pocos días del inicio del Cónclave, previsto para el 7 de mayo, la Iglesia católica en México se hizo un llamado a la comunidad cristiana a evitar rumores, especulaciones y manifestaciones en redes sociales que promuevan simpatías por determinados cardenales, recordando que se trata de un proceso espiritual y no de una contienda política.
“El sucesor que se elegirá no es solo el sucesor de Francisco, sino, por voluntad divina, el sucesor de Pedro”, se destacó en el editorial del semanario Desde la fe: “Más oración por el Cónclave; menos chisme y rumo2, en el que se subraya que este eveneto no debe reducirse a una competencia humana, sino asumirse como un acto de discernimiento guiado por el Espíritu Santo.

El mensaje advierte sobre publicaciones en redes sociales que buscan influir emocionalmente en el proceso, al pedir que “gane” tal o cual cardenal. Frente a ello, se invitó a la comunidad católica a no dividirse ni participar en campañas disfrazadas de devoción, y en cambio, a intensificar la oración por los cardenales electores.
“Más que emitir opiniones, necesitamos acompañarlos con nuestra oración. Que el Espíritu Santo los ilumine, los libere de toda presión externa y los guíe hacia quien mejor pueda servir a la Iglesia”, se indicó en la editorial del semanario de la Arquidiócesis Primada de México, citando también palabras de San Pablo y del Evangelio como llamado a la humildad y al discernimiento.
Apertura del Cónclave
El mensaje concluye reafirmando que los grandes cambios en la Iglesia no comienzan con estrategias humanas, sino con docilidad al Espíritu: “Señor, que se haga tu voluntad, no la nuestra”.
Ante la inminente apertura del Cónclave, programado para el próximo 7 de mayo, la Iglesia católica entra en un momento decisivo de discernimiento espiritual para elegir al nuevo Papa.

Frente a esta situación, diversas voces dentro de la Iglesia han llamado a los fieles a no caer en especulaciones ni convertir el proceso en una contienda política, y en cambio, a enfocarse en la oración y la confianza en la acción del Espíritu Santo.