Donald Trump eliminó una laguna jurídica que permitía a minoristas chinos enviar productos a consumidores sin pagar derechos de importación. ¿Inundarán ahora Temu y Shein Europa con exportaciones baratas?El presidente Donald Trump ha destrozado el modelo de negocio de las plataformas Temu y Shein para hacer frente a la avalancha de productos chinos baratos en Estados Unidos.
En 2024, 1.360 millones de envíos entraron en EE. UU. al amparo de la llamada norma de minimis, que exime de aranceles de importación a los bienes valorados en menos de 800 dólares. De esta manera, desde 2015, los envíos chinos aumentaron nueve veces.
Las mercancías compradas a Temu y Shein, que el año pasado gestionaron entre las dos el 30 por ciento de los paquetes diarios de bajo valor en EE. UU., estarán ahora sujetas a un arancel del 30 por ciento o a tasas fijas de hasta 50 dólares, más el arancel del 145 por ciento sobre las importaciones procedentes de China.
Con ello, los márgenes de beneficio de estos minoristas chinos se desmoronan en Estados Unidos. De ahí que Temu y Shein probablemente redoblen sus esfuerzos en Europa, aprovechando la laguna de minimis de la Unión Europea (UE) para mantener su modelo de bajo coste.
Europa planea eliminar laguna
Aunque inferior al límite estadounidense, el límite de 150 euros (170 dólares) de la UE no ha frenado el explosivo crecimiento de Temu y Shein. En 2024, 4.600 millones de paquetes de bajo valor inundaron el mercado comunitario, el doble que en 2023 y el triple que en 2022, con un 91 por ciento procedente de China.
Esos 12,6 millones de paquetes diarios se entregan libres de impuestos. Mientras, los minoristas europeos se ven agobiados por costos laborales, de cadena de suministro y de cumplimiento de la normativa más elevados. A diferencia de sus rivales chinos, las empresas de la UE no se benefician de tarifas postales internacionales favorables.
Aunque la Comisión Europea propuso hace dos años suprimir la exención de minimis, el plan sigue pendiente de aprobación por los 27 Estados miembros y el Parlamento Europeo. Según la agencia Bloomberg, esto no pasará antes de 2027.
Productos chinos y pruebas de seguridad
No obstante, la afluencia de productos baratos de China no solo amenaza con afectar la rentabilidad y provocar despidos en las empresas de la UE.
Agustín Reyna, director general de BEUC, un lobby de organizaciones europeas de consumidores con sede en Bruselas, afirma que grupos como el suyo han reunido "numerosas pruebas" de que los productos chinos -desde maquillaje y ropa tóxicos hasta juguetes y electrodomésticos defectuosos- no cumplen las normas de seguridad de la UE.
En enero, la Comisión Europea prometió nuevos y estrictos controles sobre las plataformas chinas de venta al por menor para impedir la entrada en Europa de productos "inseguros, falsificados o incluso peligrosos".
Muchos políticos piden que se responsabilice directamente a las plataformas en línea de la venta de productos peligrosos y falsificados. En la actualidad, plataformas como Temu actúan como intermediarios, no como vendedores, eludiendo la responsabilidad directa.
El fraude del IVA
Cada vez hay más pruebas de otras prácticas ilícitas de los vendedores chinos, como declarar un valor inferior al real para evitar el impuesto sobre las ventas o el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Estos oscilan entre el 20 por ciento y el 27 por ciento, según el país de la UE.
El mes pasado, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y las autoridades polacas descubrieron una sofisticada trama de fraude del IVA con productos chinos importados en la UE. Los defraudadores afirmaban que las mercancías se dirigían a otros Estados de la UE para evitar el pago de impuestos y derechos de aduana. En realidad, la mayoría de las mercancías se quedaban en Polonia.
En otro ejemplo, desde 2023, exportadores chinos utilizaron el aeropuerto belga de Lieja para evadir 303 millones de euros en impuestos mediante un complejo sistema en el que participaban agencias de aduanas privadas y empresas falsas en otros países de la UE.
Los responsables políticos europeos tendrán que frenar el fraude, garantizar el cumplimiento de las normas y fomentar la competencia leal sin limitar el acceso de los consumidores a productos asequibles de los minoristas chinos.
(vt/ms)