En su primera aparición pública como pontífice, León XIV sorprendió al recuperar elementos tradicionales de la vestimenta papal que habían sido dejados de lado por su predecesor, el papa Francisco. La muceta, la estola bordada en dorado y la cruz pectoral dorada fueron protagonistas del atuendo con el que se presentó este 8 de mayo de 2025 en el balcón central de la Basílica de San Pedro.
El nuevo pontífice retomó así un estilo más solemne y cargado de simbolismo, en contraste con la imagen de sobriedad y austeridad que proyectó Francisco en 2013. En aquella ocasión, el papa argentino apareció únicamente con una sotana blanca, una esclavina sencilla y una cruz de metal, sin muceta ni estola, como gesto de humildad y cercanía con los fieles.
Durante su breve presentación, León XIV lució también un roquete de lino con encajes hasta la rodilla, una cruz dorada colgada de un cordón del mismo color, y el tradicional solideo blanco.
Su atuendo, confeccionado por la histórica sastrería Gammarelli —encargada de vestir a los papas desde 1798—, no solo representó un regreso a la tradición, sino también una fuerte carga simbólica y económica.
El costo del atuendo papal
Cada prenda del vestuario pontificio tiene un significado particular, pero también un costo estimado:
- Sotana blanca: hecha a medida con 33 botones (por los años de vida de Jesús), cuesta aproximadamente 600 euros
- Faja de seda muaré blanca con flecos dorados: cerca de 400 euros
- Roquete de lino con encaje: alrededor de 300 euros
- Muceta roja, símbolo de autoridad papal: puede costar hasta 1.200 euros, especialmente si está confeccionada con armiño
- Cruz pectoral dorada: su valor estimado es de 1.500 euros
- Solideo blanco: unos 80 euros
- Estola roja con bordado dorado, emblema de consagración sacerdotal: puede superar los 2.500 euros
- Anillo del Pescador, distintivo del sucesor de San Pedro: ronda los 3.000 euros, aunque rara vez es de oro macizo.
El costo total estimado del atuendo que León XIV usó en su presentación ante el mundo asciende a entre 7.000 y 8.000 euros, dependiendo de los materiales utilizados.
Aunque no existe un protocolo obligatorio sobre la vestimenta papal, cada pontífice define el estilo que marcará su papado desde su primera aparición.
En este caso, León XIV parece apostar por una imagen más tradicional y ceremonial, que contrasta con la austeridad que caracterizó al papa Francisco durante sus 12 años de ministerio.
