Los abogados de la Academia Militar Ollin Cuauhtémoc descartaron que la muerte del alumno Erick Terán Torbellín fuera por una agresión, lo que constituiría un homicidio, sino que se debió a una falla orgánica como se asentó en el certificado médico.
“Se desmiente categóricamente cualquier afirmación o especulación que vincule este hecho con un homicidio o alguna conducta dolosa atribuible al personal docente o administrativo de esta institución. Las declaraciones que sostienen lo contrario carecen de sustento médico, legal y documental”.
El posicionamiento de la escuela ocurrió el mismo día en que a Angélica Echeveste y Juan Carlos Carrera, instructora y director de la academia, respectivamente, se les dictó la prisión preventiva, aunque aún no se les imputa ningún delito, lo cual se resolverá en su próxima audiencia.
También este lunes, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega y la madre del adolescente, Erika Lucía Torbellín Pérez, ofrecieron una conferencia de prensa para denunciar que hay varias denuncias por malos tratos en esa escuela.
Los asesores legales reiteraron que la escuela lamenta la muerte del adolescente, por la gravedad del caso pidieron que el proceso se apegue a la ley y no esté sometido al escrutinio público, ya que la presunción de inocencia de los detenidos puede estar en riesgo.
Además de que los alumnos pueden tener condiciones médicas preexistentes que son ajenas al personal educativo, por lo que no hay responsabilidad penal.
“De acuerdo con el documento, la muerte se atribuyó a una ‘congestión visceral generalizada’, sin evidencia de intervención externa. El certificado, avalado por médicos legistas autorizados, señala explícitamente que el deceso no fue accidental, ni violento ni producto de lesiones físicas”.
Y también criticaron que se aproveche la tragedia de la muerte de Erick para atraer los reflectores o posicionarse políticamente, ya que se vulnera la dignidad de las personas y pone obstáculos a la investigación.
