Representantes del fútbol europeo dejaron antes de lo previsto el 75º Congreso de la FIFA, debido a lo que interpretaron como una afrenta por parte del presidente de la entidad.El jefe llegó tarde y algunos subordinados se marcharon antes. El Congreso de la FIFA en Paraguay no exhibió ninguna señal de unidad dentro de la asociación mundial de fútbol. Más bien, mostró que la relación entre el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, y la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) parece pasar por un mal momento.
Los rumores se sucedieron durante días tras bambalinas en la FIFA. En lugar de reunirse con los miembros de la asociación para mantener reuniones informales antes del congreso, como es habitual en estos casos, Infantino optó por acompañar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su viaje por Medio Oriente, donde visitaron Arabia Saudita, sede del Mundial de 2034, y Qatar, sede del pasado Mundial de 2022.
Muchos interpretaron esto como una afrenta a los miembros de la FIFA y una falta de respeto a Paraguay, país anfitrión del congreso.
Infantino, parte del séquito de Trump
Infantino ha buscado repetidamente acercarse a Trump en los últimos meses. Ambos se han reunido diez veces desde diciembre, e Infantino también estuvo en la toma de posesión del republicano. El mandamás de la FIFA habla de una "estrecha amistad", y el presidente estadounidense elogió a Infantino durante su viaje por Medio Oriente diciendo "buen trabajo, Gianni".
Estados Unidos albergará este verano boreal el Mundial de Clubes, sucedido en 2026 por el Mundial de Fútbol, que contará con la coorganización de México y Canadá. Antes, las canchas estadounidenses sirvieron de escenario para la Copa América 2024.
El presidente de la FIFA no solo faltó a las reuniones habituales previas al congreso, sino que ni siquiera llegó a Asunción a tiempo para el inicio programado del encuentro. Por lo tanto, el evento comenzó con más de tres horas de retraso. A la hora programada, el avión privado con Infantino a bordo aún estaba en el aire.
El presidente de la FIFA se disculpó brevemente con los delegados señalando que hubo "un pequeño problema con nuestro vuelo", y enfatizó que se encontraba en una misión muy relevante, en la que mantuvo "importantes conversaciones con destacados políticos y representantes empresariales". "Sentí que debía estar allí para representarlos a todos, para representar al fútbol", dijo.
Lise Klaveness: situación "preocupante"
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y otros delegados de la UEFA, entre ellos también el presidente del fútbol alemán, Bernd Neuendorf, lo vieron de otra forma. Abandonaron la reunión durante la pausa para el café, y emprendieron el regreso a casa exactamente a la hora originalmente programada para la clausura del Congreso.
"Un cambio de última hora en el calendario, que aparentemente sirve únicamente a intereses políticos privados, perjudica al fútbol y parece dejar de lado sus intereses", declaró la UEFA. Sus miembros se marcharon para demostrar "que el fútbol está primero".
La situación es "preocupante", declaró Lise Klaveness. La presidenta de la Federación Noruega de Fútbol, conocida desde hace tiempo por sus críticas a la FIFA, es miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA desde abril.
"Ahora esperamos que la FIFA explique la situación a sus miembros y garantice que las voces de las federaciones sean escuchadas y respetadas en el futuro", señaló la representante noruega.
Ninguna decisión importante
Lo que ocurrió en el congreso de Asunción, capital de Paraguay y epicentro de la Conmebol, la federación sudamericana de fútbol, se puede resumir rápidamente: como casi siempre en estos encuentros de funcionarios de la FIFA, hubo muchos aplausos y los delegados aprobaron propuestas presupuestarias.
Pero temas controvertidos, como la solicitud de la Asociación Palestina de Fútbol de suspender a Israel, quedaron en segundo plano. La propuesta de la Conmebol, que proponía aumentar el número de participantes para el Mundial de 2030, cuando se cumplen cien años del primer mundial de fútbol, ni siquiera se incluyó en la agenda.
Así que lo único que probablemente se recordará del 75º Congreso de la FIFA será que el presidente del organismo rector del fútbol mundial ni siquiera se molestó en llegar a la hora. Y que la UEFA, al parecer, ya no está dispuesta a tolerar más los comportamientos de alteza de Infantino.
(dzc/rml)