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Orbán quiere prohibir por ley las críticas a su régimen

El partido gobernante de Hungría, Fidesz, presentó un proyecto de ley que podría silenciar a los críticos de Orbán con amplias regulaciones. La oposición y los medios independientes hablan de una "putinización" del país.Viktor Orbán los llamó "insectos que han pasado el invierno". Prometió "liquidarlos" durante una "gran limpieza en Pascua". El término se refiere a periodistas y activistas civiles que "violan la soberanía de Hungría con dólares corruptos", un término utilizado para describir a cualquiera que critique a Orbán y su régimen de cualquier manera.

Ahora llegó el momento: el partido Fidesz, de Orbán, presentó, en la noche del miércoles (14.05.2025), un proyecto de ley para una "gran limpieza", con un nombre aparentemente inofensivo, "Sobre la transparencia en la vida pública", que crearía en Hungría condiciones como las que rigen en Rusia.

Entre otras cosas, prevé medidas estrictas contra todas las organizaciones que "violen la soberanía de Hungría al realizar actividades que influyan en la vida pública con apoyo extranjero". El primer caso afecta a Telex, el mayor portal independiente de noticias de Hungría. "Hemos abandonado Europa", titula la portada de su sitio web, con el dibujo de la suela de una bota sobre el que se ve el logo del partido Fidesz y el del servicio secreto ruso, FSB.

¿Qué significa violación de la soberanía?

Una violación de la soberanía puede significar, por tanto, "violar, representar negativamente o apoyar acciones contra" los valores y disposiciones de la Constitución. Entre ellos se cuentan: la unidad y cohesión de todos los húngaros, la cultura cristiana de Hungría, el matrimonio como unión exclusiva entre un hombre y una mujer, o la búsqueda de la paz y la cooperación con otros pueblos y países.

Las organizaciones, según la ley, pueden ser personas jurídicas y organizaciones sin estatus legal. Las actividades que "influyen en la vida pública" pueden consistir en "procesos de decisión estatales y sociales", o influir "en la voluntad de los votantes".

A comienzos de 2024 se creó la Oficina húngara para la Protección de la Soberanía, que puede calificar a organizaciones como "apoyadas por el extranjero" si reciben cualquier tipo de recursos de otro país, ya sea un libro como obsequio o fondos de la Unión Europea.

Registro de organizaciones tiene consecuencias

La Oficina para la Protección de la Soberanía puede pedir que se ingrese a determinadas organizaciones en un registro especial, y estas ya no podrán recibir apoyo de personas privadas, que pueden donar el uno por ciento de su ingreso anual a organizaciones sin fines de lucro. Además, los donantes deben declarar que su donación no contiene "donaciones extranjeras".

Si una organización recibe donaciones no permitidas desde el extranjero, puede pagar una multa elevada y sus actividades y ella misma podrán ser prohibidas. El proyecto de ley no contiene ninguna posibilidad de recurrir esa decisión legalmente. Cualquier organización puede ser afectada, desde una página web hasta un partido, y toda crítica a Orbán y su régimen puede ser criminalizada y prohibida.

"Recursos contra la propaganda ucraniana"

El Gobierno de Orbán ya aprobó varias veces leyes que desacreditan las voces críticas en Hungría, como la ley "Stop Soros", de 2018. "El Gobierno ha dejado claro que no se trata solo de supervisión", escribe el secretario de Estado de Comunicaciones, Zoltán Kovacs. "Se trata del derecho de Hungría a la autodeterminación frente a la presión internacional coordinada".

Anteriormente, según Kovacs, "organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación financiados con fondos extranjeros difundieron propaganda sobre cuestiones migratorias y de género. Ahora están difundiendo guerra y propaganda proucraniana", sostiene. Para él, "la ley de transparencia es la mejor herramienta contra la propaganda ucraniana".

Críticas de todos los sectores

Medios de comunicación independientes, organizaciones civiles y partidos opositores se unen en sus duras críticas al proyecto de ley. "El poder quiere controlarlo todo y no tolera ningún lugar de libre actividad", escribe el portal Telex. "Todo lo que es gratuito, lo que no está bajo su influencia, lo cierran, lo quitan, lo hacen imposible". La Sociedad por los Derechos Civiles (TASZ), una de las organizaciones de derechos civiles más importantes de Hungría, declaró: "No se trata de proteger la soberanía. El Gobierno tiembla ante la perspectiva de perder el poder".

El líder de la oposición húngara, Peter Magyar, del Partido Tisza, califica la ley de "nuevo paso en el camino de Putin". Orbán lleva mucho tiempo afirmando que el partido Tisza fue comprado por la UE y Ucrania para provocar un cambio de poder en Hungría. El alcalde de Budapest, Gergely Karacsony, escribe en Facebook: "El Gobierno intenta en vano convertir nuestra patria en Rusia. Budapest no es Moscú y nunca lo será".

Si la ley entra en vigor, sus disposiciones dificultarán enormemente el trabajo de los medios independientes y de las organizaciones no gubernamentales, ya que muchos de ellos dependen de la regla impositiva del uno por ciento para su trabajo.

El Gobierno también podría prohibir medios u organizaciones por la más mínima infracción. Un ejemplo es el portal de investigación Direkt36. Hace tiempo, fue acusado de trabajar para el servicio secreto ucraniano. El motivo: Direkt36 había publicado el documental "La Dinastía" sobre la corrupción y el enriquecimiento multimillonario de la familia Orbán.

La "Ley de Transparencia" se debatirá la próxima semana. No está claro cuándo se llevará a cabo la votación sobre ella. Lo que sí está claro, sin embargo, es que, lo más probable, es que el Tribunal de Justicia Europeo la declare ilegal. Pero eso podría llevar años. Para entonces, Orbán podría haber logrado su objetivo de mantenerse en el poder a cualquier precio.

(cp/rml)

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