El foro ministerial China-CELAC en Pekín y la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta están en la mira de la prensa en alemán esta semana.En la cumbre de Pekín, el jefe de Estado y líder del partido comunista chino se presentó como el gran benefactor, escribe el diario suizo Neue Zürcher Zeitung:
"La tinta del acuerdo entre China y Estados Unidos sobre una tregua provisional en la guerra comercial apenas se había secado cuando el jefe de Estado y del Partido de China, Xi Jinping, se reunió en Pekín con ministros y jefes de Estado de treinta países de Sudamérica y el Caribe, los vecinos más próximos de Estados Unidos.
Además del presidente colombiano Gustavo Petro, también participaron en el encuentro el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula, y el presidente de Chile, Gabriel Boric. Brasil es la mayor economía de Sudamérica.
No es de extrañar que el conflicto arancelario iniciado por el presidente estadounidense Donald Trump también desempeñara un papel clave en la cumbre latinoamericana del martes. 'En las guerras comerciales y arancelarias no hay ganadores', dijo Xi al inicio del encuentro. El acoso y la coerción solo conducen al aislamiento', una crítica apenas velada dirigida a Washington. (…)
Es comprensible que los países sudamericanos se estén orientando en cierta medida hacia China, ahora que los Estados Unidos de Trump se muestran como un socio cada vez más imprevisible. Ya en los años previos a Trump, las dos regiones habían estrechado sus lazos económicos. El año pasado, el volumen de comercio bilateral alcanzó los 518 mil millones de dólares. El volumen comercial de China con Estados Unidos fue de 582 mil millones de dólares en 2024".
México, atrapado en la trampa aduanera entre China y EE. UU.
México se encuentra atrapado entre los frentes de la guerra comercial entre China y EE. UU., escribe el diario alemán Süddeutsche Zeitung:
"El fin de semana, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, y He Lifeng, el principal responsable de la política económica de China, tienen previsto encontrarse en Ginebra para unas primeras negociaciones. Una reunión que será seguida con gran expectación no solo por México, sino por toda la economía mundial.
'La disyuntiva China o Estados Unidos no es realista para México en 2025', afirma Enrique Peters, responsable de la investigación de las relaciones entre China y México en la Universidad Nacional Autónoma de México, cuya facultad estima que las inversiones totales de empresas chinas en México ascendieron a 22.500 millones de dólares en 2023.
Pequeño paréntesis: ¿qué nación podría permitirse elegir un bando en caso de una escalada? México, desde luego que no, según Peters. 'Empresas chinas están renovando el metro de Ciudad de México; están construyendo puertos y aeropuertos. En 2024, por primera vez, las importaciones procedentes de China representaron más del 20 por ciento del volumen total. Estados Unidos es el socio más importante, sin duda; pero China también es relevante'.
Esa es la encrucijada en la que se encuentra México, y no tiene una posibilidad realista de salir de ella a corto plazo. Si tuviera que elegir, solo habría dos opciones, y ambas tendrían consecuencias desastrosas. Ante ese panorama, Sheinbaum se presenta actualmente como alguien que actúa sin miedo y con claridad. Controla lo que está a su alcance. Ante la incertidumbre, es lo mejor que puede hacer".
China y Colombia quieren mejorar su cooperación
El semanario alemán Die Zeit valora la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta:
"La Nueva Ruta de la Seda es un proyecto del Gobierno chino con el que, desde hace años, financia la expansión de posibles rutas comerciales en Asia, África, América Latina y Europa. Esto incluye, por ejemplo, la ampliación de infraestructuras como puertos, líneas ferroviarias y aeropuertos. Es un proyecto emblemático del presidente Xi, al que ya se han sumado más de cien países, entre ellos dos tercios de todos los países latinoamericanos.
China espera de esta ofensiva de inversiones multimillonarias, sobre todo, un mejor acceso a los mercados internacionales. Entre otras cosas, China ha desplazado desde entonces a Estados Unidos como principal socio comercial de países como Brasil, Chile y Perú. Al mismo tiempo, el Gobierno chino busca ampliar su influencia política.
El proyecto se lleva a cabo explícitamente sin la participación de Estados Unidos, país que ve la Nueva Ruta de la Seda con escepticismo. También en otros países occidentales el proyecto ha sido objeto de duras críticas, ya que se considera que lleva a los países participantes al endeudamiento y a la dependencia de China".
(gg/rml)