La periodista Rocío Gutiérrez, directora de Bi Noticias, denunció públicamente una serie de agresiones verbales y ataques en redes sociales por parte del ahora presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, luego de haberlo entrevistado en 2023, cuando el legislador era aspirante a la candidatura presidencial por Morena.
Según declaraciones retomadas por Radio Fórmula el pasado 15 de mayo, Gutiérrez aclaró en el espacio informativo de Azucena Uresti que durante la entrevista se mantuvo profesional y respetuosa, sin tergiversar información ni emitir juicios personales.
“La entrevista con Fernández Noroña fue de frente. Yo no mentí, no tergiversé, no denosté, no dije nada fuera de esa entrevista en donde usted pudo defenderse en mi presencia”, afirmó la periodista en su cuenta en X.
“Jamás usé un micrófono para responderle hasta hoy”
Gutiérrez expresó que jamás utilizó sus micrófonos para responderle al ahora presidente del Senado, pese a las múltiples agresiones recibidas posteriormente. “Jamás usé un micrófono para responderle hasta hoy”, señaló.
Tras la emisión del encuentro, Fernández Noroña presuntamente utilizó sus canales de comunicación, redes sociales, seguidores y “granjas de bots” para atacarla sistemáticamente, afectando su seguridad y autoestima.
“Se refería a mí como ‘esa señora’”
La periodista también compartió que, al igual que otras comunicadoras, fue blanco de expresiones despectivas. “Escuché a Leticia Robles de la Rosa hablando con Azucena Uresti sobre el ataque de Fernández Noroña; viví lo mismo. Desde su canal me denostó todos los días que pudo, me quitó mi categoría de reportera y se refería a mí como ‘esa señora‘”, relató en la misma red social.
Gutiérrez denunció que los ataques se intensificaron con expresiones de corte misógino y ofensivo en redes sociales, como “mira la z0rr4 preñada”, en un momento en que ella se encontraba embarazada. “Fue un momento muy vulnerable”, expresó.
De esta manera, la periodista decidió romper el silencio para visibilizar la situación y denunciar lo que considera un abuso de poder por parte del entonces “corcholata” presidenciable. Subrayó que mientras ella eligió callar para proteger su bienestar y el de su embarazo, Fernández Noroña habría usado su influencia para promover un discurso de odio.