Tras el asesinato de dos servidores públicos cercanos a Clara Brugada en plena vía pública de la Ciudad de México, Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, lanzó un mensaje de condena que rápidamente se viralizó en redes sociales. En su publicación, acusó al gobierno de Morena de haber perdido el control del país, de permitir la expansión del crimen organizado y de abandonar a las familias mexicanas frente a la violencia desbordada.
“¡El gobierno de Morena es cínico e inepto! Mientras presumen avances en seguridad y hablan de una estrategia que ‘funciona’, asesinan a dos servidores públicos en la calle, a plena luz del día”, escribió Moreno.
La declaración se dio horas después de confirmarse el ataque contra Ximena Guzmán, secretaria particular de Clara Brugada, y de José Muñoz, asesor, quienes fueron ejecutados en la colonia Moderna, en la alcaldía Benito Juárez. El hecho ha causado conmoción tanto en círculos políticos como en la opinión pública, al evidenciar que ni siquiera los colaboradores directos de altos funcionarios están a salvo de la violencia.
Moreno Cuéllar cuestionó la narrativa del gobierno federal y de los gobiernos estatales encabezados por Morena, que en diversos foros han insistido en que la estrategia de seguridad “está funcionando”. Según el dirigente priista, la realidad es completamente opuesta.
“¿Eso es vivir en paz? ¿Eso es tener resultados?”, reclamó.
En su mensaje, también señaló que el país está hoy dominado por el crimen organizado y bajo el control de lo que calificó como “narcopolíticos de Morena”, y advirtió que la ciudadanía vive con miedo, sin garantías de justicia ni seguridad.
“México está bañado en sangre. México es un cementerio de mexicanas y mexicanos asesinados todos los días”, expresó.
México exige justicia
El líder del PRI extendió su solidaridad a las familias de las víctimas, y pidió no normalizar la violencia como parte de la vida cotidiana.
“No podemos quedarnos callados ni aceptar esta violencia como parte de la vida. ¡México exige justicia! Ya quedó claro que no pueden, ¡renuncien!”, concluyó.
El asesinato de los colaboradores de Brugada ocurre en un contexto especialmente sensible, a menos de dos semanas de las elecciones del 2 de junio, y ha encendido nuevamente el debate sobre la eficacia de la estrategia nacional de seguridad.