Los entrenadores del gimnasio Smart Fit, ubicado en Plaza Tlatelolco, en la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc, quedaron en libertad tras rendir su declaración por la muerte de Reina Sabas, de 39 años, ocurrida la noche del 20 de mayo al interior de la sucursal.
De acuerdo con lo trascendido, Sabas se encontraba entrenando en la zona de piernas cuando colapsó repentinamente. Aunque el personal intentó reanimarla, no se solicitó atención médica inmediata ni se llamó al 911. En lugar de ello, los instructores la cargaron y la sacaron del área de entrenamiento. Fue un amigo de la víctima quien pidió apoyo a agentes del programa Blindar Cuauhtémoc, pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
A la llegada de los elementos de seguridad, Reina Sabas ya no presentaba signos vitales. El lugar fue evacuado y asegurado por las autoridades, mientras que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación por posible homicidio culposo, debido a las presuntas omisiones en la atención médica de emergencia.
Como parte de las diligencias, varios empleados del gimnasio fueron presentados para rendir su testimonio. Sin embargo, tras su declaración, quedaron en libertad en tanto avanzan las investigaciones.
Hasta el momento, la causa oficial del fallecimiento no ha sido determinada. Se espera que los resultados de los peritajes forenses aclaren si se trató de un infarto, una complicación médica previa o si existieron otros factores vinculados a la muerte de Sabas.
Al menos seis muertes han sido reportadas
El caso ha provocado una fuerte reacción en redes sociales y entre usuarios de gimnasios, quienes señalan la falta de protocolos de emergencia adecuados en centros de entrenamiento. Además, se ha reavivado la controversia en torno a la cadena Smart Fit, que ha sido señalada previamente por incidentes similares.
Desde febrero de 2024, al menos seis muertes han sido reportadas en distintas sucursales de la cadena en la Ciudad de México y el Estado de México. En todos los casos, las causas apuntan a infartos o colapsos físicos, con un patrón recurrente: la ausencia de atención médica inmediata dentro de las instalaciones.
