El Gobierno alemán quiere devolver a solicitantes de asilo a Grecia. En lugar de retornos, Atenas pide más apoyo a la UE para proteger sus fronteras y un acuerdo migratorio con Libia.La invitación a Berlín no fue para el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, solo una reunión agradable. El Consejo Económico de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), lo condecoró con la moneda conmemorativa de oro Ludwig-Erhard. El político conservador griego tuvo la oportunidad de presentar su historia de éxito en crecimiento (2,3 por ciento en 2024) y reducción del desempleo (9,5 por ciento en 2024) al nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, el 13 de mayo. El jefe de Gobierno griego se presentó como quien "hizo sus tareas”, y fue muy elogiado.
Friedrich Merz dijo estar entusiasmado con la "valentía para realizar reformas” del Gobierno de Mitsotakis, y alabó explícitamente la semana de trabajo de seis días en Grecia. "Grecia hizo mucho en cuanto a la jornada semanal de trabajo, sin duda podríamos aprender algo de Grecia”, señaló el canciller alemán.
Pero el encuentro de Mitsotakis con Merz también tuvo aspectos desagradables, en especial en lo referente a la migración y al asilo. En teoría, los dos gobernantes conservadores están decididos de igual modo a frenar la inmigración irregular en Europa. Ambos nombraron a ministros de Migración de línea dura: Berlín, a Alexander Dobrindt (Unión Social Cristiana), y Atenas, a Makis Voridis, ex secretario general del partido de extrema derecha E.P.E.N.
Diferentes intereses
Sin embargo, en la práctica, los intereses de ambos países son muy diferentes. Grecia está ubicada en el límite exterior de Europa, es un país de primera acogida de migrantes y refugiados que sueñan con una mejor calidad de vida en Europa occidental. Por eso, desde hace años, las personas migrantes registradas o reconocidas como refugiados en Grecia siguen viaje hacia Alemania, Francia o los países escandinavos.
Hasta el momento, muy pocos de esos migrantes han sido deportados, pero el Gobierno de Merz quiere posibilitar cada vez más devoluciones en las fronteras. Y eso ahora es jurídicamente posible debido a un fallo del Tribunal Administrativo alemán en Leipzig sobre que los migrantes no están amenazados por peligros extremos en Grecia. El parámetro es si las personas migrantes tienen a disposición en Grecia "pan, una cama y jabón”, como dijo el juez que preside ese tribunal, Robert Keller.
Grecia no será "muy amigable" con solicitud de Alemania
Desde entonces, Alemania podría, teóricamente, devolver a Grecia a varios miles de inmigrantes, sobre todo hombres jóvenes, no acompañados y sanos. Pero el Gobierno griego no quiere eso. Cuando se le preguntó sobre la decisión del tribunal alemán, el ministro de Migración Voridis respondió a finales de abril que en ese momento no tenía ninguna solicitud de Alemania sobre su escritorio. "Sin embargo, no seremos muy amigables con la solicitud", advirtió.
Según el Ministerio de Inmigración y Asilo, en 2024 se registraron en Grecia 56.066 llegadas de inmigrantes irregulares, unos 155 al día. Ese mismo año regresaron de Alemania 219 personas. De este modo, el número anual de retornos desde Alemania corresponde al número de llegadas en 1,5 días. En total, en 2024 regresaron a Grecia 473 refugiados reconocidos procedentes de todos los países (incluida Alemania), mientras que, en 2025, hasta el 16 de mayo, fueron 114, de los cuales 48 eran de Alemania.
Si esto sigue así, los retornos no representarán una carga significativa para Grecia. Pero si Alemania realmente quiere devolver a Grecia entre 20 y 30 mil migrantes que se cree que han viajado más lejos, la situación para Atenas se volverá problemática.
Disminución del 30 por ciento de llegadas a Grecia
Hasta abril de 2025 llegaron a las fronteras de Grecia 8.295 personas, lo cual indica una disminución del 30 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. A pesar de la llegada de migrantes desde Libia, dijo Voridis el 22 de mayo, la corriente migratoria disminuyó gracias a un control de frontera más efectivo y a la cooperación con Turquía. Voridis espera ahora un acuerdo con Libia similar al realizado por Italia con Trípoli en 2017, gracias al cual miles de personas pudieron ser enviadas de regreso a dicho país.
Anteriormente la ruta iba desde el oeste de Libia hasta Lampedusa; ahora la nueva ruta va desde Tobruk, en el este de Libia, hasta Creta. Pero el gobierno de Trípoli no tiene voz ni voto en el este del país. A pesar de su anuncio de que visitará próximamente Libia, Voridis no tiene actualmente ningún interlocutor en el país con el que llegar a un acuerdo, y mucho menos el dinero necesario para convencer a todas las milicias posibles de que cierren la ruta de Tobruk a Creta.
Acusaciones contra 17 oficiales de la guardia costera griega
En junio de 2023, el barco pesquero "Adriana” partió de Tobruk y se hundió ante la ciudad costera griega de Pilos. Cerca de 600 migrantes murieron ahogados. Informes de sobrevivientes echaron luz sobre graves errores de la guardia costera griega.
Hay 17 empleados de alto rango acusados, entre ellos, el capitán del barco LS 920 de la guardia costera. Asimismo, toda la tripulación, el entonces jefe de la guardia costera griega y dos oficiales están acusados de haber expuesto a los migrantes a una situación que hizo peligrar su vida. Es la primera vez que la Justicia de Grecia toma medidas legales contra altos representantes de su guardia costera.
(cp/ers)