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Saúl Lliuya vs. RWE: tribunal alemán desestima el caso

Un tribunal desestimó una demanda contra RWE presentada por el campesino peruano Saúl Lliuya, que pedía ayuda financiera al gigante energético contra posibles inundaciones debido al derretimiento de los glaciares.El caso del agricultor y activista peruano por el clima Saúl Luciano Lliuya, que exige pagos por daños y perjuicios al gigante energético RWE debido al riesgo de inundaciones relacionado con el derretimiento de un glaciar cercano a la localidad en donde vive, fue recusado por el Tribunal de Apelaciones de Hamm (oeste de Alemania).

Los daños a la propiedad de Lliuya por el deshielo de un glaciar no serían lo suficientemente graves, dijeron los jueces, y descartaron una apelación.

Sin embargo, por primera vez el tribunal reconoció que las empresas pueden ser consideradas responsables a nivel global del impacto de sus emisiones.

La abogada de Lliuya, Roda Verheyen, dijo que, a pesar de que la corte no reconoció el riesgo que corre el hogar de su cliente, el veredicto era "un hito” que daría "un impulso a las demandas climáticas contra las empresas de combustibles fósiles”.

La oenegé ambiental Germanwatch, que apoya a Lliuya, dijo: "La decisión del tribunal, que a primera vista parece una derrota por la desestimación del caso, es en realidad un fallo histórico que puede ser invocado por los afectados en muchos lugares del mundo".

Hay demandas en varios países, como Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos y Japón, detalló.

Un largo camino de litigios

Saúl Luciano Lliuya presentó por primera vez una demanda contra el gigante energético alemán RWE hace casi una década, exigiendo a la empresa que pagara su parte para proteger su localidad en Huaraz. Esta está situada en un valle al pie de la laguna de montaña Palcacocha, rodeada por el glaciar Pucaranra. A causa de los gases de efecto invernadero, las temperaturas globales han aumentado, por lo cual los glaciares de la región se están derritiendo.

El nivel del agua del lago sobre la casa de Lliuya se ha más que cuadruplicado desde 2003, lo que ha llevado a los expertos a advertir sobre un mayor riesgo de inundaciones, con consecuencias potencialmente nefastas para la región.

Lliuya demandó a RWE amparándose en una ley de vecindad alemana, que protege a los residentes de las perturbaciones causadas por las acciones de sus vecinos, por ejemplo, por raíces de árboles que causan daños en una propiedad adyacente. Su demanda inicial fue rechazada en 2015 por un tribunal de Essen, en el oeste de Alemania, donde la compañía tiene su sede.

En 2017 un alto tribunal en la ciudad vecina de Hamm aceptó el caso. En marzo de este año hubo una vista judicial donde se presentaron pruebas.

"Siento una gran responsabilidad”, dijo Saúl Luciano Lliuya antes de las vistas judiciales de este año. Para él, la demanda está centrada en la lucha contra el cambio climático y el derretimiento de los glaciares, y el propósito de "hacer que quienes hayan causado el daño rindan cuentas".

El agricultor peruano solicitaba a RWE que cubriera un porcentaje prorrateado de los costos estimados para construir defensas contra inundaciones que protegieran a la aldea de la crecida del lago. Esto equivaldría a unos 17.000 euros (19.000 USD).

RWE, que no opera en Perú, dijo que siempre ha cumplido con las regulaciones legales nacionales y ha cuestionado repetidamente la demanda.

En una declaración a DW de principios de este año, la empresa afirmó: "Si existiera un reclamo de este tipo según la legislación alemana, también todos los automovilistas podrían ser considerados responsables. Consideramos que esto es legalmente inadmisible y un enfoque erróneo desde un punto de vista sociopolítico”.

Responsabilidad corporativa por emisiones globales

Dado que usa en gran parte carbón para generar electricidad, RWE es una de las mayores empresas contaminadoras de Europa. Un análisis de 2023 reveló que la compañía es responsable de poco menos del 0,4% de las emisiones globales, más del doble que las de Grecia.

Los expertos consideraron que el tribunal estaba reconociendo efectivamente los efectos transfronterizos del cambio climático, aun a miles de kilómetros de distancia.

"Algunos de los argumentos presentados en el caso son, por supuesto, transferibles, aun si no son directamente aplicables en cualquier otra jurisdicción”, dijo a DW Petra Minnerop, profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Durham.

¿Podría sentar un precedente?

En declaraciones previas a la decisión de este miércoles, Noah Walker-Crawford, del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, con sede en Londres, afirmó que el caso sentó un precedente importante y añadió que probablemente tendría repercusiones a nivel mundial.

Afirmó que han surgido alrededor de 40 casos que cuestionan la responsabilidad de las grandes empresas en el cambio climático en países como Bélgica, Indonesia y Estados Unidos.

"En las últimas décadas, no ha habido suficientes avances políticos en materia de cambio climático, especialmente a nivel internacional, y en particular, en términos de pérdidas y daños, en cuanto a los devastadores impactos que enfrentan las comunidades en todo el mundo, y por eso vemos cada vez más comunidades recurriendo a los tribunales, en realidad por desesperación", explicó a DW Walker-Crawford.

Sin embargo, otros expertos dudan del impacto que pudiera tener. "Es algo que probablemente servirá de orientación a otros tribunales, o se citará como algo muy contundente y valiente, y podría animar a otros tribunales a seguirlo [...] pero no nos permite necesariamente predecir cómo se pronunciarán otras jurisdicciones al respecto", dijo Minnerop.

(cp/ers)

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