El cohete Starship de SpaceX, la compañía aeroespacial dirigida por Elon Musk, sufrió un “rápido desmontaje imprevisto” cerca de una hora después de su despegue durante su noveno vuelo de prueba, realizado desde Texas, en Estados Unidos.
La propia empresa confirmó el incidente a través de su cuenta oficial en la red social X), señalando: “Como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship sufrió un desmontaje rápido e imprevisto. Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para nuestra próxima prueba de vuelo”.
La imponente nave dejó tras de sí una estela nítida mientras se alzaba sobre el Golfo de México hasta perderse en el cielo. Apenas transcurrieron unos ocho minutos cuando, durante la transmisión en vivo proporcionada por SpaceX, comenzaron a oírse los aplausos de los ingenieros de la empresa, visiblemente aliviados al comprobar que, a diferencia de los dos intentos anteriores, esta vez el cohete no se desintegró al instante, pero lo haría tiempo después.
A pesar del resultado, SpaceX destacó que estos vuelos de prueba son clave para avanzar en el desarrollo del vehículo y aumentar su fiabilidad. “El éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”, agregó la compañía.
¿En qué consiste Starship?
Starship es considerado el cohete más grande y potente jamás construido, diseñado para misiones espaciales a la Luna, Marte y más allá. La compañía continúa afinando su diseño a través de pruebas sucesivas.
Aunque la empresa de Elon Musk fue muy cuidadosa al describir el incidente, la nave se desintegró sin tripulación a bordo. Lo que la convirtió en la tercera pérdida consecutiva de un cohete tipo Starship.
