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Alemania: el racismo y el sexismo están en auge

"Insultadas, escupidas o agredidas": las mujeres negras que cubren su cabeza con velos o pañuelos se ven especialmente afectadas por la discriminación en Alemania. DW

Más de 11.000 personas contactaron con la Agencia Federal Antidiscriminación en 2024, más que nunca en Alemania. El problema más común fue el racismo. Las mujeres se ven especialmente afectadas.Ahí está Mahmoud, que busca desesperadamente un apartamento, pero ni siquiera recibe invitaciones para verlos. Se supone que ya están alquilados. Sin embargo, su amigo alemán Stefan sí recibe invitaciones para ver esos mismos apartamentos. O está la pareja gay a la que la oficina de bienestar juvenil acusa de tener una "relación patológica y antinatural". O la aprendiz en una empresa de logística que sufre acoso sexual severo y repetido por parte de un empleado.

Son ejemplos de personas que se contactaron con la Agencia Federal Antidiscriminación en 2024 para compartir sus experiencias. "La discriminación es un problema creciente en Alemania. Tenemos un grave problema de racismo. Tenemos un grave problema de sexismo. Y tenemos una gran reticencia a conceder a las personas con discapacidad la igualdad de participación", afirma Ferda Ataman, Comisionada Federal Independiente para la Antidiscriminación.

Al mismo tiempo, considera el aumento de las solicitudes de asesoría como una señal de confianza en el Estado de derecho, ya que cada vez más personas "conocen sus derechos y se defienden de la discriminación". Especialmente contra el racismo: más de 3.800 personas denunciaron sus experiencias el año pasado, lo que representa casi una de cada dos consultas a la Agencia Antidiscriminación.

El racismo sigue siendo la forma más común de discriminación

Ayman Qasarwa es el director general de DaMOst, la organización que agrupa a las organizaciones de migrantes en el este de Alemania. En el informe anual de la Agencia Antidiscriminación, se describe cómo las personas afectadas experimentan el racismo: "Los jóvenes migrantes, en particular, suelen estar expuestos a ataques racistas en las escuelas, sin personas de contacto competentes".

Las mujeres negras y las que llevan pañuelo en la cabeza también son blanco de hostilidad racista. "Reciben insultos, escupitajos o agresiones en la calle; a veces, les arrancan el pañuelo". Estas mujeres también sufren racismo en el trabajo. "Por ejemplo, las médicas en el hospital escuchan a sus pacientes: 'No quiero que me atienda esta mujer'", dice Qasarwa.

Mujeres en el trabajo: sexismo y obstáculos profesionales

No es casualidad que las mujeres, en particular, sean blanco de racismo; muchas de ellas sufren una doble discriminación. En 2024, se recibieron 2.133 solicitudes de asesoría sobre discriminación de género, más del doble que cinco años antes. "La discriminación de género sigue profundamente arraigada en nuestra sociedad y está en aumento", afirma Ferda Ataman.

Las solicitudes de ayuda apuntan principalmente al ámbito laboral. Las mujeres suelen sufrir acoso sexual en estos entornos: gestos obscenos, miradas indiscretas, tocamientos no deseados y correos electrónicos con connotaciones sexuales.

Pero también se enfrentan a desventajas a la hora de un ascenso en su trabajo cuando están embarazadas o cuando se reincorporan al trabajo tras la baja por maternidad. A menudo no tienen las mismas oportunidades laborales. Se ven especialmente afectadas por esto las mujeres musulmanas que usan pañuelo, cuyas solicitudes suelen ser rechazadas.

Mismo trabajo, menor salario: la demanda exitosa de una alcaldesa

Además, en Alemania, las mujeres siguen ganando en promedio 16 % menos que los hombres. Las principales razones de la brecha salarial son el trabajo a tiempo parcial y en profesiones esenciales, pero peor remuneradas, como la enfermería.

Pero incluso cuando las mujeres realizan exactamente el mismo trabajo, pueden ganar menos. Como en el caso de Astrid Siemes-Knoblich, quien, como alcaldesa de Müllheim, en Baden-Wurtemberg, ganaba menos que su predecesor y su sucesor, y denunció ese hecho con éxito.

"No solo lo hice por mí, sino por todas las mujeres que también se ven afectadas por esta discriminación", declara en el informe anual de la Agencia Antidiscriminación. "La igualdad salarial es, en última instancia, un derecho fundamental, y nadie en nuestro país debería dejar de exigir sus derechos fundamentales".

"Es hora de una reforma de la Ley General de Igualdad de Trato"

"La política antidiscriminación nunca ha sido tan importante. Se insta al Gobierno a combatir con decisión la discriminación y a reformar la Ley General de Igualdad de Trato", exige la comisionada federal independiente para la Lucha contra la Discriminación, Ferda Ataman. "En Alemania, el estacionamiento ilegal se castiga con mayor consistencia que la discriminación contra otras personas".

La ley, aprobada en 2006 y, por lo tanto, con casi 20 años de antigüedad, marcó un hito en la protección contra la discriminación, pero no se ha reformado ni una sola vez desde entonces y ya no está actualizada, según Ataman. No se aplica a la discriminación por parte de organismos gubernamentales: oficinas y autoridades públicas, el Poder Judicial, las escuelas públicas ni la Policía.

Actualmente, nos encontramos en la absurda situación de que las personas están mejor protegidas contra la discriminación en el supermercado que en la escuela o en la oficina. Por lo tanto, la comisionada federal independiente para la Lucha contra la Discriminación hace un llamado: "La discriminación no es solo un problema para quienes la sufren. La discriminación perjudica la economía, pone en peligro la democracia y nuestro Estado de derecho en su conjunto".

(rml/cp)

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