La Ciudad de México enfrenta una nueva jornada de caos vial este 3 de junio: numerosos semáforos permanecen fuera de servicio en distintos puntos estratégicos tras las lluvias intensas que afectaron la capital el día anterior. Usuarios reportan fallas en al menos ocho cruceros importantes, generando tráfico, confusión y riesgo de accidentes.
Después de que la lluvia dejara más de 1,600 millones de litros en Benito Juárez en tan solo unas horas —según el Servicio Meteorológico Nacional—, los estragos siguen apareciendo. Este martes por la mañana, automovilistas comenzaron a reportar múltiples semáforos descompuestos en avenidas principales, lo que generó descontrol en la circulación de zonas clave como Periférico, Insurgentes y Circuito Interior.
Caos en avenidas estratégicas: los reportes ciudadanos
Usuarios en redes sociales alertaron fallas en los siguientes puntos:
- Legaría y Periférico: sin semáforo operativo bajo el puente.
- Insurgentes Sur y Avenida La Paz, en Álvaro Obregón: apagados, con tráfico detenido.
- Circuito Interior y Thiers, en Miguel Hidalgo: múltiples reportes indican colapso total.
- Viaducto e Insurgentes: sin señalización operativa; piden apoyo de tránsito.
- Nuevo León y Baja California, colonia Hipódromo: sin servicio.
- Pilares entre Mancera y Nicolás San Juan, en Del Valle Sur, Benito Juárez: semáforos fuera.
- San Lorenzo y Ermita, cerca del Metro UAM: luces encendidas sin cambio de fase.

Un sistema frágil ante lluvias intensas
Especialistas y organizaciones civiles han advertido en otras ocasiones que la infraestructura vial de la CDMX, incluidos los semáforos, no está blindada ante apagones o descargas eléctricas provocadas por tormentas eléctricas, como las que se registraron la noche del 2 de junio. En muchas zonas, el restablecimiento depende de cuadrillas que deben revisar punto por punto.
Contexto: la peor lluvia del país cayó en CDMX
El SMN confirmó que la estación Radiocomunicaciones, ubicada en Benito Juárez, acumuló 70 mm de lluvia en solo unas horas, convirtiéndose en el punto más lluvioso del país ese día.
Las lluvias provocaron la suspensión total de la Línea A del Metro, el paro de líneas del Cablebús, árboles caídos y múltiples viviendas afectadas. Los semáforos descompuestos son ahora la secuela de ese fenómeno climático extremo.