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Trombas seguirán en CDMX por perdidas de áreas verdes y expansión urbana: UNAM

Las lluvias atípicas evidencian los límites de la infraestructura urbana frente a un clima cada vez más extremo en la CDMX

La tromba del lunes 2 de junio en la Ciudad de México y el Estado de México fue una de las más intensas de los últimos años. En pocas horas cayeron más de 10 millones de metros cúbicos de agua —el equivalente a llenar una presa como la Madín—, provocando la suspensión del servicio en la Línea A del Metro, más de 50 puntos de inundación y afectaciones en más de 600 viviendas.

Más allá de la emergencia inmediata, este tipo de eventos evidencian los límites de la infraestructura urbana frente a un clima cada vez más extremo. Y es que la UNAM expuso que las trombas seguirán debido a la perdida de áreas verdes y la expansión urbana en la Ciudad de México, que ha contribuido a elevar la temperatura en la capital.

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Urbanización, cambio climático y lluvias más intensas

Investigaciones del Centro de Ciencias de la Atmósfera y el Instituto de Geofísica de la UNAM han documentado el impacto de la expansión urbana sobre el clima local. El efecto “isla de calor” puede elevar la temperatura en zonas urbanas hasta 10°C más que en áreas rurales, lo que modifica los patrones de precipitación.

Además, la pérdida de áreas verdes y cuerpos de agua ha intensificado la frecuencia y magnitud de las lluvias en la región. Para 2050, se prevé que las grandes metrópolis del país se calienten dos grados más que el promedio global, lo que aumentará la probabilidad de lluvias torrenciales, olas de calor y otros eventos extremos.


Mapas de riesgo e infraestructura verde

La UNAM promueve estrategias de adaptación al clima, como las Zonas de Desarrollo Controlado (ZEDEC), que limitan la expansión urbana en zonas susceptibles a inundaciones y deslizamientos. Estas se determinan con base en modelos hidrológicos y geotécnicos desarrollados por el Instituto de Ingeniería.

Además, investigadores universitarios impulsan el diseño de infraestructura verde —parques, jardines de infiltración y conservación de bosques urbanos— que permite la recarga de acuíferos, regula el escurrimiento de agua y mejora el microclima. Entre 2003 y 2006, la CDMX perdió 12% de sus áreas verdes interurbanas, lo que ha agravado el problema de las inundaciones.

Tecnología y educación para la prevención

La UNAM ha desarrollado plataformas como UNIATMOS y el Sistema de Información sobre Peligros y Riesgos (SISPER), que ofrecen herramientas interactivas para visualizar proyecciones climáticas, identificar zonas de riesgo y fomentar una cultura de protección civil.


Desde la investigación científica hasta la acción preventiva, la Universidad Nacional Autónoma de México contribuye a que la sociedad esté mejor preparada frente a un clima cambiante. En un escenario donde las lluvias extremas serán cada vez más frecuentes, la ciencia y la tecnología se convierten en aliados esenciales para proteger vidas, infraestructura y ecosistemas.

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