La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) respondió con dureza al comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el que se condenaron los hechos ocurridos el pasado 4 de junio afuera de las instalaciones de Bucareli.
A través de un posicionamiento público, el magisterio rechazó tajantemente ser calificado como violento y señaló que lo que el gobierno llama disturbios es en realidad una reacción legítima ante años de indiferencia, simulación y precarización.
“El magisterio democrático ha resistido más de veinte días de indiferencia, silencio y simulación institucional”, señaló la CNTE. “Lo que desde el poder se señala como violencia no es otra cosa que la digna respuesta de una clase trabajadora que ha sido ignorada y despreciada”.
¿Qué pasó el 4 de junio en la Segob?
Ese martes, mientras una comisión negociadora de la CNTE mantenía una mesa de diálogo con funcionarios de Segob y SEP, otro grupo de manifestantes afuera del recinto intentó ingresar por la fuerza. Se reportaron pedradas, golpes con marros contra los candados de acceso y empujones.
Las autoridades respondieron lanzando gas disuasivo. Las imágenes circularon ampliamente en redes sociales y medios, generando reacciones divididas.
Horas más tarde, la Segob y la SEP emitieron un comunicado conjunto en el que condenaron “cualquier manifestación de violencia” y reiteraron su disposición a seguir dialogando de manera pacífica. A pesar del tono institucional, la narrativa fue leída como una deslegitimación del movimiento magisterial.
La respuesta de la CNTE
En su contrarespuesta oficial, la CNTE ironizó con la frase de Benito Juárez utilizada por el gobierno: “Nada por la fuerza; todo por la razón y el derecho”, y optó por citar una más filosa del mismo expresidente: “Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”.
Aseguraron que ningún funcionario fue agredido ni se incurrió en daños personales a miembros del gabinete. Para la CNTE, la verdadera violencia proviene del Estado, que —aseguran— mantiene al magisterio con pensiones precarias, comunidades educativas abandonadas y bajo un sistema de contratación injusto como la USICAMM.
“El verdadero acto violento no está en las calles, sino en las decisiones que se toman desde el poder y que perpetúan la injusticia”
— CNTE

Lo que pide la CNTE al gobierno de México
Desde el inicio de su jornada nacional de lucha, el 15 de mayo, la CNTE ha sostenido un pliego petitorio que incluye: la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, la cancelación de la USICAMM, un aumento salarial del 100%, basificación automática, mayores recursos para educación y la eliminación de la UMA como base para el cálculo de pensiones.
Además, han exigido una reunión directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, argumentando que los encuentros sostenidos con el secretario de Gobernación, Alejandro Encinas, no han arrojado resultados concretos.