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Joven muere tras comer pastel envenenado enviado por su mejor amiga

De acuerdo con los primeros informes, la víctima solo tenía 17 años de edad

El pastel de cumpleaños se reinventa y ahora así será como se festejará.
El pastel es una de las tradiciones más populares para demostrar afecto y cariño hacia una persona Canva (Canva)

La trágica muerte de una joven de apenas 17 años impactó a miles de internautas tras darse a conocer qué fue lo que le quitó la vida. Ana Neves, una estudiante, falleció tras ingerir un pastel envenenado que recibió como un misterioso regalo anónimo.

La pesadilla comenzó cuando Ana recibió un paquete que no contenía tarjeta de remitente. Pensando que se trataba de un admirador secreto, especialmente al encontrar tarjetas con mensajes cariñosos en su interior, decidió probar el postre frente a sus familiares.

Sin embargo, horas más tarde, la alegría se transformó en angustia al presentar fuertes síntomas de malestar. Al notar que las cosas no iban bien, sus seres queridos la llevaron a un hospital, pero, al no encontrar una infección evidente, la dieron el alta.

Lamentablemente, la salud de Ana se deterioró rápidamente y tuvo que ser llevada de urgencia a la clínica una segunda vez, pero no sobrevivió. Durante su estancia en el hospital, estuvo acompañada de su amiga, quien la visitaba y cuidaba.

La autopsia reveló la impactante verdad: Ana Neves falleció el 1 de junio a causa de un paro cardíaco provocado por envenenamiento con arsénico. La denuncia ante las autoridades desató una investigación que rápidamente llevó a un giro inesperado en el caso.

El repartidor del postre fue quien delató a la supuesta amiga de Ana, y durante el interrogatorio, la joven se “quebró” y confesó la atrocidad. Reveló que había comprado el veneno por internet y que, irónicamente, su intención no era asesinar a Ana, sino solamente darle un “susto”.

La confesión se tornó aún más escalofriante al admitir que ya había recurrido a este método anteriormente: el 15 de mayo, había hecho lo mismo con otra joven, Kamilly Da Silva, quien afortunadamente sobrevivió a la intoxicación y no presentó una denuncia.

El pastel envenenado fue adquirido en un negocio llamado “Menina Trufa”, cuya dueña se deslindó de los hechos, afirmando que vendió el producto a una persona desconocida y sin saber el propósito real de la compra. Las autoridades ahora analizan la situación legal que enfrentará la “amiga” de Ana Neves por la muerte de la joven, un caso que ha estremecido a la sociedad y pone de manifiesto la complejidad de las relaciones humanas.

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