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INAH pone candado a permisos de MrBeast; serán reservados hasta 2030

La institución argumenta que revelar esos documentos podría afectar negativamente al propio INAH

INAH pone candado a permisos de MrBeast; serán reservados hasta 2030
INAH pone candado a permisos de MrBeast; serán reservados hasta 2030 Imágenes: Redes sociales de MrBeast

Tras la polémica con el youtuber estadounidense MrBeast por grabar en sitios arqueológicos de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) clasificó como reservados los permisos otorgados al creador de contenido, los cuales permanecerán confidenciales hasta 2030.

Anteriormente, el INAH acusó a MrBeast de violar los términos del permiso concedido para la realización del documental “MrBeast, me pasé 100 horas explorando la selva maya”, grabado en zonas arqueológicas como Chichén Itzá, Calakmul, Becán y Chicanná.

¿Por qué el INAH reservó los permisos de MrBeast?

Según la institución, el influencer abusó de la buena voluntad institucional al aprovechar el permiso para grabar también un video promocional de su línea de chocolates Feastables, así como de otras marcas comerciales como Walmart, 7-Eleven, Kroger y Albertsons.

Por este motivo, y de acuerdo con información publicada por El Universal, el INAH ha clasificado como reservados los permisos concedidos a MrBeast para grabar en sitios arqueológicos, argumentando que actualmente existe un procedimiento administrativo en trámite.

Permisos del INAH a MrBeast serían confidenciales hasta 2030

La institución sostiene que divulgar dichos documentos podría provocar “resultados perjudiciales” para el propio Instituto Nacional de Antropología e Historia.

En consecuencia, y en apego a la Ley Federal de Transparencia, la información permanecerá clasificada hasta por un periodo de cinco años, lo que significa que podría mantenerse bajo reserva hasta 2030.

¿Qué hizo MrBeast en México?

El pasado mes de mayo, el INAH aseguró que, de acuerdo con la legislación mexicana, lo que hizo MrBeast constituye una violación al permiso original, ya que se trató de una producción no autorizada con fines comerciales, que además utilizó zonas arqueológicas para monetizar contenidos a través de plataformas digitales, lo cual está prohibido por la Ley General de Bienes Nacionales.

En aquella ocasión, el INAH reiteró que el caso se resolvería mediante las instancias jurídico-administrativas correspondientes y que se informaría oportunamente al público sobre su desarrollo, ahora, el caso podría permanecer como confidencial durante un largo plazo de tiempo.

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