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Muere Günther Uecker: el artista que "clavó" su arte en dictaduras y democracias por igual

Exhibido en más de 60 países, el arte de Uecker trascendió fronteras políticas siendo el primer occidental en exponer en Teherán desde 1979. En la foto, Günther Uecker en 1975. DW

Un trauma de guerra convirtió los clavos en lenguaje artístico: a los 15 años, Günther Uecker clavaba tablas para proteger a su familia, iniciando una relación que definiría su trayectoria en el arte contemporáneo.Clavos. Miles de clavos comunes, cada uno estratégicamente insertado en tablas de madera forradas con lino. Algunos perfectamente rectos, otros en ángulo, ninguno completamente hundido.

Y no solo superficies planas: máquinas de coser, sillas antiguas, tocadiscos nostálgicos y elegantes pianos de cola han sido transformados bajo el peso estratégico de estas varillas de acero que, en su conjunto, crean campos visuales sorprendentemente complejos.

El artista Günther Uecker, quien murió este el 10 de junio de 2025 a los 95 años de edad, se hizo famoso en Alemania y más allá a través de sus relieves de clavos.

Difícilmente algún otro artista ha dedicado igualmente su trabajo al oficio del trabajo físico simple. Incluso durante los últimos años de su vida, aún martillaba clavos en fondos y objetos con fuerza y precisión.

Günther Uecker creó relieves que denominó "campos de clavos". Las obras logran su efecto completo en el juego de luz y sombra.

Una vida de guerra y paz

Nacido en el pueblo de Wendorf cerca de Schwerin en el noreste de Alemania el 13 de marzo de 1930, Günther Uecker se encontró tapando puertas y ventanas de la casa familiar a los 15 años, en un esfuerzo por proteger a su madre y hermana del Ejército ruso al final de la guerra. Fue el comienzo de una preocupación de toda la vida con martillos y clavos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, estudió artes pictóricas desde 1949 hasta 1953 en Wismar, entonces en Alemania Oriental. En 1955 huyó a Berlín Occidental y finalmente se encontró en la Academia de Arte en Düsseldorf, estudiando bajo el Profesor Otto Pankok de 1955 a 1957.

Durante sus estudios se encontró con los artistas Heinz Mack y Otto Piene, y se unió a su conglomerado de artistas llamado ZERO en 1961. Juntos representaron una "hora cero" del arte intocado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial, marcando un nuevo comienzo en la historia del arte.

Arte atemporal, clavado y pintado

El grupo de artistas de vanguardia causó sensación mucho más allá de Alemania y su tiempo. Las ideas de ZERO han experimentado un renacimiento en el nuevo milenio, con retrospectivas de ZERO organizadas regularmente en todo el mundo desde 2004.

En 1966, nadie podría haber anticipado la popularidad futura del grupo. Se disolvió poco después, y los artistas siguieron caminos separados.

Mientras tanto, el arte abstracto de Günther Uecker se ha mostrado en más de 60 países y frecuentemente ha sido considerado pionero.

En 2012, se convirtió en el primer artista occidental en ser exhibido en la capital iraní, Teherán, desde la revolución de 1979. En 2007, llegó a una exhibición en Pekín originalmente programada para 1994. Por invitación del Gobierno chino, Uecker había preparado la obra de arte conceptual "Carta a Pekín".

En esta obra, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU fue reproducida en 19 grandes pantallas dispuestas libremente, pero las palabras fueron parcialmente vueltas irreconocibles por pintura negra.

Sin embargo, con poco aviso, el ministerio de cultura chino canceló el espectáculo en 1994, explicando que la gente aún no estaba lista para su arte. A Uecker se le permitió exhibir en China 18 años después.

Ideales artísticos humanistas

"Carta a Pekín" no es la única obra en la que Uecker abordó las violaciones de derechos humanos. En "Verletzungsworte" (Palabras que hieren), en exhibición en varias ciudades del mundo desde 1993, 60 palabras como "golpear", "despreciar" y "gasear", que describen abuso físico y psicológico, son traducidas a idiomas locales y meticulosamente añadidas por Uecker a la obra de arte.

El arte de Günther Uecker es entendido y estimado mundialmente y en las más diversas culturas. Preguntado sobre qué lo hace tan universal, Uecker una vez ofreció su propia explicación: "A menudo, me dicen que el carácter humano reconocible en mi trabajo conmueve los sentimientos de las personas".

(few/rml)

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